Alberto Cornejo Madrid | martes, 20 de febrero de 2018 h |

Según los datos que manejan en la Federación Internacional Farmacéutica (FIP), el 47 por ciento de los desabastecimientos de medicamentos presentan causas “desconocidas”. Sin embargo, la creencia en esta entidad es que los aspectos económicos suelen estar detrás de este problema “global” que exige una “solución integral”, como así ha expuesto Ema Paulino, CEO de la FIP durante su intervención en el VII Foro de la Distribución Farmacéutica que organiza la patronal nacional del ramo (Fedifar) en colaboración con Merck este 20 de febrero en Madrid.

También César Hernández, jefe del Departamento de Medicamentos de Uso Humano de la Aemps ha incidido en esta globalización. “No es un problema de España. Ni siquiera de Europa. Es un problema mundial”, ha recordado. Según datos actualizados de la Aemps, en España existen identificados 253 problemas de suministro de medicamentos “activos”.

En este foro se ha puesto de manifiesto la falta de transparencia sobre las causas –sean o no económicas-, así como la inexistencia de protocolos comunes internacionales de información que permitan anticiparse a estos problemas. “No hay suficiente información para evaluar la magnitud del problema, ni un sistema internacional que detecte las faltas y estandarice las causas”, ha enumerado la representante de la FIP. “La identificación y catalogación de las causas es muy complicado; así como desligar unas causas de otras” ha manifestado el representante de la Aemps.

En este sentido, Hernández también ha expuesto las habituales causas de índole económica: “pérdida de interés comercial, exportaciones paralelas, comercio inverso, cambios de estrategias comerciales…”, ha puesto como algunos ejemplos.

Es por ello que, como mal menor y ante la imposibilidad de preveer los desabastecimientos, se revela fundamental la correcta gestión del problema. En este sentido, el Foro de Fedifar ha revelado que cada país “es un mundo”, si bien en España sí existen mecanismos impulsados por la propia cadena como puede ser el Centro de Información de Suministro de Medicamentos (Cismed), que coordina el Consejo General. Aunque son las propias farmacias las que informan a Cismed de faltas de medicamentos “hay organismos decisores que aún desconfían de este sistema y no se creen lo que se comunica; al final pasa mucho tiempo hasta que esa falta se da por oficial y se actúa”, ha criticado Miguel Ángel Gastelurrutia, farmacéutico comunitario. También la propia Aemps tiene establecido un Plan de Garantías de Abastecimiento.

En 2013, la FIP emitió una serie de recomendaciones para abordar de forma integral un problema que tiene como principal afectado al paciente (sea cual sea el punto de la cadena del suministro en el que se localice). Entre ellas se encuentran esa mayor transparencia -en especial respecto al tiempo en el que se mantendrá un desabastecimiento- y una mejor coordinación entre agentes. “Cuando las soluciones son integradas, los resultados son mejores”, ha apuntado la representante de FIP.

Asimismo, en este Foro de Fedifar han salido otras a la palestra. Por ejemplo, facilitar la gestión clínica desde las farmacias favoreciendo la sustitución por otra alternativa terapéutica y no “la caja por caja”, ha propuesto Guillermo Schwartz, presidente del COF de Tenerife y asistente al encuentro. También Eladio González, presidente de Fedifar, ha incidido en que se establezcan mecanismos informativos para los propios prescriptores, “para que paralicen nuevas prescripciones de un medicamento en desabastecimiento y busque otras alternativas terapéuticas”, ha expuesto.

Otro aspecto más que mejorable es la inexistencia de protocolos oficiales para la gestión de un desabastecimiento de un medicamento, y que obliga a que cada agente sanitario haga la “guerra por su cuenta”. “En las consultas intentamos evitar el peregrinaje del paciente farmacia por farmacia”, ha indicado Carmen Valdés, médica asistencial en el centro de salud de Fuencarral (Madrid). Esta facultativa ha corroborado que no existen protocolos “más allá de los contactos por relación personal con las farmacias del entorno del centro de salud”

Los desabastecimientos también generan “una carga de trabajo extra” en los profesionales sanitarios, tal como es consciente el representante de la Aemps. En este sentido, Alberto Morell, jefe del Servicio de Farmacia del Hospital La Princesa (Madrid) ha expuesto que, en el caso de su Unidad, un miembro del equipo está “totalmente dedicado” a la gestión de estos desabastecimientos. Y Ema Paulino ha añadido que “el tiempo que se emplea en las farmacias en la búsqueda de soluciones a las faltas de productos se pierde en ser empleado en funciones como el seguimiento farmacoterapéutico”.