“Ya lo han sufrido, y lo siguen sufriendo, 8 millones de españoles. Que ahora lo sufriesen 47 millones de ellos sería aún más horrible”. Así de explícito se muestra Carlos Gallinal, secretario general de FEFE, a la hora de exponer a EG la valoración desde esta patronal farmacéutica nacional la posibilidad —incluida en el Plan de Estabilidad remitido a Bruselas— de que el Gobierno implante en el “horizonte temporal más inmediato” unas subastas nacionales de medicamentos siguiendo las recomendaciones de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef).
Según han indicado fuentes socialistas a EG, se apuesta por un modelo de “subastas dinámicas” con el que “evolucionar las subastas andaluzas y dar respuestas” a los problemas constatados” en esta región. Incluso, tomando como base el ideario—con las salvedades obvias— de las conocidas como “subastas eléctricas” que rigen el mercado de la luz en España y al que alude Airef en su informe. En este sistema no se hablaría de adjudicatarios únicos sino que habría tantos como se necesitase para cubrir la demanda, en orden ascendente según las ofertas de precio más bajas presentadas.
En el caso del sector eléctrico, el precio final común es el de la oferta de coste más alto al que se haya tenido que recurrir el comprador (Estado) para completar la demanda. Ahora bien, dentro del propio modelo de subastas dinámicas existen otras variantes que también podrían ser estudiadas, como las subastas “por un precio fijo a largo plazo” —que se asemejaría al sistema de precios de referencia— o las subastas “por capacidad”, que podría compararse con el compromiso de abastecimiento que (aunque incumplido en muchos casos) se exige en los contratos de Andalucía.
Para el representante de FEFE, queda en un segundo plano cómo se articularían unas subastas nacionales , si se calcan las andaluzas o evolucionan hacía la consideración de “dinámicas”. “Da igual la coletilla terminológica. Si se llevan a cabo seguirán siendo subastas y, por tanto, supondrá repetir el error elevándolo a la máxima potencia”, apunta Gallinal.
Defendía días atrás un político madrileño del grupo socialista, José Manuel Freire, ante un auditorio farmacéutico, que el Gobierno tiene la obligación de “hacer cuadrar los números” y que, en este objetivo, el precedente de las subastas andaluzas ha demostrado que se consiguen “importantes ahorros”. Una disyuntiva, el de relacionar ahorro con medidas como ésta, que para el secretario general de FEFE “carece de rigor”. “La reducción del gasto farmacéutico no se consigue con medidas económicas sino con políticas de uso racional”, contrapone.
Otro de los aspectos que el sector pone sobre la mesa es el referente a los desabastecimientos. “El 47 por ciento de los medicamentos con problemas de suministro en 2018 fueron medicamentos bajo subasta. Este dato es significativo teniendo en cuenta que Andalucía es la única comunidad que tiene esta modalidad y, por tanto, es un tema delicado que hay que estudiar atentamente”, opina al respecto Antoni Torres, presidente de la patronal catalana Fefac.
Esta opinión es compartida por FEFE: “En un momento como el actual en el que una de las mayores preocupaciones del sector y Administraciones, si no la mayor, son los desabastecimientos, esta medida generaría más”, atisba su secretario.
La Airef, ‘diana’ de las críticas
La Airef es la ‘diana’ de buena parte de las críticas del sector, al haber sido la entidad que ha sugerido al Gobierno la aplicación de este sistema en toda España, dentro de un paquete de 5 medidas que ponen el foco en el gasto por receta.
“Nos sorprende que la Airef elabore un informe de este calado y repercusión sobre la oficina de farmacia sin haber consultado a entidades representativas de la oficina de farmacia”, denuncia Gallinal. Igualmente, Teresa Martín Giménez, presidenta de la asociación andaluza Afaran —que ha denunciado las subastas ante el Defensor del Pueblo y el Parlamento Europeo— comparte que “con esta recomendación, la Airef demuestra tener un nulo conocimiento de las negativas consecuencias sanitarias que tienen”.