El primer mapa de los centros de referencia para la administración de terapias CAR-T puede examinarse desde varios puntos de vista. Pero probablemente ninguna perspectiva sea ahora tan necesaria como la perspectiva del paciente. No hace falta más que un poco de empatía y un vistazo rápido para darse cuenta de que la decisión de Ministerio de Sanidad ha dejado al descubierto zonas rojas de difícil justificación (Galicia o Canarias son los casos más sangrantes, aunque podrían señalarse otros) y ausencias que, a priori, no parecen del todo comprensibles.
¿Dónde y cómo tendría que desplazarse, por poner un ejemplo, un paciente de Canarias? ¿O uno de Galicia? Si todo apunta a que Madrid será una de las regiones que mayor número de pacientes recibirá, ¿tiene sentido que sólo se le haya aprobado solo un centro de referencia, máxime cuándo dispone de otros dos —no olvidemos que el Gobierno regional designó a tres— con capacidad de administrar estas terapias? Son algunas de las preguntas que deja a su paso el mapa CAR-T en España.
Fuentes internas del grupo de expertos en la utilización de medicamentos CAR del “Plan de abordaje de las terapias avanzadas en el SNS: medicamentos CAR” han confirmado a este periódico que la conformación de la primera red de centros de referencia en CAR-T ha generado “cierto malestar” en determinados hospitales. No sólo por algunas remarcables ausencias en el listado aprobado, sino porque consideran que el resultado no será suficiente como para atender a todos los pacientes.
Pero lo cortés no debe quitar lo valiente. La designación oficial de los centros constituye un primer paso muy positivo que confirma la prioridad con la que todo el Sistema Nacional de Salud está trabajando en el Plan de Abordaje de las CAR-T. Pero el listado puede y debe mejorarse… A ser posible, antes de la primera revisión semestral prevista.
¿Dónde y cómo tendría que desplazarse, por poner un ejemplo, un paciente de Canarias? ¿O uno de Galicia?