Marta Riesgo Madrid | viernes, 06 de octubre de 2017 h |

En la actualidad, no existe una cura para la enfermedad de Alzheimer. No obstante, existen medicamentos que pueden ayudar a controlar o retrasar sus síntomas durante algún tiempo, especialmente en las primeras etapas de la enfermedad. Algunos tratamientos ayudan a controlar la agitación, la depresión o los síntomas psicóticos (alucinaciones o delirios) que pueden ocurrir cuando la enfermedad progresa pero lo cierto es que existen pocas opciones de tratatamiento para una enfermedad que supondrá un gasto total al sistema sanitario de Estados Unidos de 259.000 millones de dólares, según el último informe publicado por la patronal de la industria farmacéutica innovadora norteamericana (PhRMA).

Actualmente, más de 5 millones de estadounidenses padecen esta enfermedad y se estima que, para 2050 podría aumentar a 16 millones si no se aportan innovaciones que avancen para prevenir o tratar la enfermedad. La mortalidad de esta patología ha aumentado un 89 por ciento desde el año 2000, mientras que las muertes por enfermedades cardiovasculares disminuyeron un 14 por ciento en el mismo periodo.

De hecho, las previsiones económicas para 2050 aseguran que, de no presentarse avances significativos, los gastos para el sistema sanitario de ese país podrían superar el billón de dólares. No obstante, si se lanzase al mercado un nuevo medicamento que muestre un retraso en la aparición de la enfermedad de cinco años los ahorros anuales para el sistema alcanzarían los 367.000 millones en costes directos e indirectos provocados por la enfermedad, tal y como indica el informe.

De este modo, la patronal asegura que las compañías biofarmacéuticas están comprometidas en combatir esta enfermedad y, de hecho, actualmente existen más de 85 medicamentos que están siendo desarrollados. “Sin embargo, la trayectoria de la investigación a una nueva medicina es extremadamente larga y compleja con muchos reveses en el camino, particularmente en el caso del Alzheimer”, explican desde la PhRMA. Y es que, aunque los científicos han hecho progresos en desentrañar las complejidades del cerebro y la identificación de los fundamentos de la enfermedad de Alzheimer, encontrar un tratamiento eficaz sigue siendo un reto de enormes proporciones.

Entre 1998 y 2014, 123 fármacos potenciales para la enfermedad de Alzheimer fueron retirados en distintas fases del desarrollo, mientras que sólo cuatro fueron aprobados por la FDA “Aunque profundamente frustrante, estos reveses de la investigación son fundamentales para avanzar en el conocimiento y sentar las bases para futuros éxitos. Mientras tanto, los investigadores biofarmacéuticos permanecen firmes en el avance de la investigación para esta devastadora enfermedad”, explican.

Los medicamentos actualmente disponibles tratan los síntomas pero no afectan las causas subyacentes de la enfermedad y no ralentizan la tasa de declinación.

De los 85 fármacos que se encuentran en desarrollo, más de 19 se encuentran en las últimas fases de desarrollo. Entre ellos, se sitúan potenciales tratamientos modificadores de la enfermedad que pueden detener o ralentizar la progresión dirigiéndose a uno o más de los cambios cerebrales causados ​​por el Alzheimer.Los medicamentos potenciales también están dirigidos a disminuir la inflamación en el cerebro que se asocia con el Alzheimer y la orientación del sistema inmunológico para que pueda luchar contra la enfermedad. También están investigando maneras de prevenir la enfermedad en pacientes con mutaciones genéticas asociadas con el Alzheimer. Abbvie, Janssen, Amgen, Novartis, Merck, Boehringer Ingelheim, AstraZeneca, Lilly, Pfizer, Takeda, Sanofi o Biogen son algunas de las desarrolladoras.