E. CAMPILLO Madrid | martes, 08 de mayo de 2018 h |

El III Foro de Modernización de los servicios de Farmacia Hospitalaria, patrocinado por Sanofi y avalado por la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), se ha celebrado con el objetivo de arrojar luz de cara al futuro y formar a los profesionales de la FH para asumir los retos que tienen por delante más allá de 2020.

El presidente de la SEFH, Miguel Ángel Calleja, ha dado la bienvenida a este acto en el que ha recordado el plan estratégico de la Sociedad para 2015-2019 y su proyecto 2020 cuyos objetivos marcados se van cumpliendo pero, “debemos saber que hacer más allá de ese año 2020”. Por ello esta jornada, según Calleja va a marcar la hoja de ruta para ese horizonte y ha señalado que “la estrategia de modernización debe ser coordinada completa y global. Por modernización no entendemos solo tener una nueva tecnología física, sino una estructura, una transformación, un crecimiento de los servicios de farmacia, nuevas funciones y nuevos retos profesionales, así como nuevos horizontes para mejorar los resultados en salud de los pacientes”.

Asimismo, durante su intervención, Calleja aseguraba que hay que poner en valor lo que se aporta con la inversión de medicamentos e incidía en que “hay que evitar el concepto gasto y utilizar el de inversión porque cada euro que utilizamos bien en un paciente no es un gasto sino que se convierte en salud, por lo que la inversión supone un crecimiento en salud”.

Buscando esos nuevos horizontes, se ha puesto sobre la mesa la situación actual y el futuro más cercano de la mano del urólogo Dionisio López quien mantenía que “tenemos que trabajar de forma diferente y tenemos que hacer cosas que no sabemos hacer”. López destacaba que hay que adaptarse a esos cambios de futuro que ya están aquí y abordaba la figura del farmacéutico biónico. Para ir más allá del 2020 “tendréis que posicionaros porque el futuro está ahí y tiene cosas que hoy no conocemos como la gamificacion, los robots humanoides, la robótica multidisciplinar, los microchips orgánicos de ensayo clínico y también habrá realidad aumentada, sensores digestibles, órganos artificiales…” No obstante sostenía que en el presente ya contamos con nanotecnología, robótica e impresión en 3D y señalaba las opciones de futuro para los servicios de farmacia hospitalaria, tales como la farmacoepidemiología, la farmacoeconomia, el soporte nutricional farmacológico, los estudios costo-enfermedad, la atención farmacéutica y seguimiento farmacoterapéutico,la farmacovigilancia o lo farmacología genética.

“Tenéis que saber prescribir tecnología y ser capaces de preguntar y ser multidisciplinares. Hay que ser biónico aunque los mejores profesionales deben ser excelentes, comprometidos y éticos, algo que la máquina no puede ser”.

Innovación abierta

“No tenemos que negar el cambio y la evolución, hay que aceptar que la FH tiene que investigar e innovar para aportar valor. Hay que conectar ideas y la innovación abierta es un paradigma a tener en cuenta por parte de los sanitarios”, afirmaba José Manuel Martínez, jefe de servicio de Farmacia del Hospital Clínico San Carlos de Madrid quien explicaba el concepto de ‘innovación abierta’ como un proceso en el que “hay que interactuar con diferentes actores y salir a pescar ideas de otras fuentes o profesionales que no tienen por qué ser sanitarios”. Asimismo precisaba que “muchas innovaciones fracasan pero cualquier sistema de salud que no tenga como línea estratégica la innovación, terminará muriendo y la farmacia hospitalaria no puede estar en esa situación.