Cuando la estrategia sociosanitaria del Sistema Nacional de Salud era una prioridad en la agenda política, la farmacia siempre era reconocida por su papel protagonista a la hora de participar de dicha estrategia. Todo muy ideal. Hasta que llegó el momento de plasmarlo en un documento y apenas existían un par de vagas menciones a esa importancia que se le daba a la farmacia. Reclamado ese protagonismo perdido y recordado por activa y por pasiva, la farmacia española continúa trabajando a la espera del pronunciamiento del Ministerio de Sanidad.
Un ejemplo de ese trabajo se ha podido ver esta semana en la jornada Farmacia Asistencial en el Envejecimiento Activo organizado por el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos. En ella, el presidente del CGCOF, Jesús Aguilar remarcaba ese papel protagonista de la farmacia y propugnaba por la formación continuada de cara a estar preparados para dispensar las innovaciones o los medicamentos biológicos y biosimilares. De hecho, Aguilar avanzaba que están trabajando en una propuesta concreta que presentarán próximamente al Gobierno para asegurar que la dispensación de esos medicamentos se produce en la farmacia “donde deben de estar”, según palabras de Aguilar.
La dispensación de innovaciones o la vuelta de los DH es solo una parte de ese papel que juega la farmacia, el envejecimiento de la población y la cronicidad, rasgos cada vez mas acuciados del sistema sanitario español necesitan del trabajo activo que la farmacia está jugando a nivel asistencial. Sin restar ni pasar por encima de ninguno de los agentes que componen ese espacio sociosanitario. La farmacia reclama su sitio como aliado no como sustituto de nadie, solo así se podrá alcanzar la tan necesaria sostenibilidad del sistema sin prejuicio de una atención sanitaria de calidad y con la equidad como rasgo determinante.
La farmacia está preparada y así lo está demostrando. Solo queda refrendarlo en políticas activas que reconozcan esa labor, la afiancen y permitan su desarrollo definitivo. Cada día es un día menos para tener claro el camino a emprender y elaborar una estrategia de consenso que permita la puesta en marcha de programas nacionales que aseguren la participación activa de todos los agentes sanitarios para el buen funcionamiento del SNS.