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En poco más de dos meses, los medicamentos genéricos han recibido más atención que en los dos últimos años. Es uno de los temas de moda del sector. Los mismos gestores que en su día y en sus respectivas legislaturas fueron eliminando las medidas que marcaban la diferencia entre las marcas y los genéricos pretenden recuperar ahora esas políticas en una suerte de contradicción normativa. Cuanto razón tienen aquellos que dicen que si algo funciona, no lo toques. Una vez que se ha visto que el mercado ha pasado del estancamiento al decrecimiento es necesario activar las medidas que sean precisas para aprovechar la todavía prácticamente intacta capacidad del medicamento genérico como herramienta de ahorro y acceso. Una herramienta que se ha significado por su utilidad para asegurar la sostenibilidad de los sistemas sanitarios. Por tanto, es evidente que hay que volver a instaurar algunas de esas políticas que poco a poco fueron minando el desarrollo del mercado de los medicamentos genéricos.
Puesto que el Ministerio de Sanidad todavía no ha decidido cuáles son las medidas que se van a poner en práctica, el senador socialista José Martínez Olmos ha decidido presentar en el Senado una propuesta de estrategia nacional. La próxima semana conoceremos qué pone sobre la mesa el PSOE para intentar revitalizar el sector. Aunque es curioso observar que el PSOE, que propugna unas subastas de medicamentos a nivel nacional, presente un plan para incentivar el sector con el daño que esa medida en concreto está provocando a las compañías de medicamentos genéricos. No obstante, en esta suerte de contradicciones en las que vive inmerso el sector del EFG hay que celebrar que algo se mueva y que se esté intentando sacar adelante una serie de medidas para su desarrollo.