Alberto Cornejo Madrid | lunes, 31 de octubre de 2016 h |

La Comisión de Asuntos Sociales de la Asamblea Nacional de Francia, aprobó este 27 de octubre que “durante los próximos tres años, y de manera experimental”, los farmacéuticos comunitarios puedan vacunar de la gripe estacional a adultos. Esta iniciativa se ha articulado mediante la inclusión de una enmienda al artículo 39 de su proyecto de Ley de Financiación para la Seguridad Social de 2017 en la cual se recoge “permitir de manera experimental por un período de tres años, la financiación a través del Fondo de Intervención Regional de la administración por los farmacéuticos de la vacuna contra la gripe estacional en adultos”. Tras este acuerdo en el seno de la Comisión de Asuntos Sociales, el texto completo del proyecto de Ley será leído y aprobado por el conjunto de la Cámara este 2 de noviembre.

Esta enmienda fue presentada por la diputada Michele Delaunay y, al igual que el resto del contenido del proyecto de Ley, debe aún ser supervisado y recibir también el visto bueno del Senado francés. En su exposición, la diputada Delaunay defendió los beneficios de vacunar desde las farmacias especialmente a colectivos “como los ancianos”, a fin de “mejorar la cobertura de inmunización, que sigue siendo muy insuficiente”. La propuesta fue bien recibida por la mayor parte de los partidos representados en la Asamblea Nacional francesa. Incluso, algunos de los diputados que tomaron la palabra durante la celebración de la Comisión de asuntos Sociales, como Jean-Pierre Barbier, quiso aludir al elevado número de víctimas que causó en Francia una reciente epidemia de gripe en enero de 2016. “Apoyo la administración de la vacuna por los farmacéuticos, pero solo para las personas que ya hayan sido vacunadas en temporadas anteriores”. A juicio de este diputado, “la primera vacunación debe reservarse al personal médico”.

Si próximamente la iniciativa recibe también la luz verde del Senado, el proyecto será financiado a través del Fondo de Intervención Regional y un próximo decreto determinaría cómo se articularía, así como la preparación formativa de los farmacéuticos para prestar el servicio. Así las cosas, Francia podría unirse a otros Estados continentales como Portugal y Reino Unido, en los que se delega en las farmacias la vacunación frente a determinadas patologías y en determinados colectivos.