Sandra pulido Madrid | viernes, 06 de octubre de 2017 h |

El ritmo circadiano permite a cualquier especie animal adaptarse a su medio ambiente de manera adecuada.

Por descubrir cómo funcionan los mecanismos moleculares que controlan el ritmo circadiano, los estadounidenses Jeffrey Hall, Michael Rosbash y Michael Young han sido distinguidos con el premio Nobel de Medicina 2017.

Los investigadores han sido capaces de adentrarse en el funcionamiento del reloj biológico que ayuda a todos los seres vivos, incluidos los humanos, a estar sincronizados con la rotación de la Tierra.

“Todas nuestras funciones fluctúan con un ritmo circadiano para poder adaptarnos mejor a cualquier cambio en el ambiente y además para poder predecir nuestros cambios. Nuestro organismo está preparado para levantarse por las mañana con la producción de hormonas como el cortisol que introduce el azúcar de la sangre en el músculo y poder, así, empezar a hacer nuestra actividad diaria”, explica a GM Darío Acuña Castroviejo, catedrático de Fisiología en el Instituto Internacional de la Melatonina de Granada

Todo este mecanismo del organismo humano está controlado por una serie de genes que reciben el nombre de genes reloj.

“El Nobel da el premio a estos investigadores que fueron los pioneros en ir descubriendo como esos genes estaban en organismos inferiores como la mosca de la fruta y luego también se encontró en el ser humano. Regula todo nuestro comportamiento global de forma general para adaptarnos lo mejor posible al medio ambiente y que nuestro organismo esté siempre en óptimas condiciones a cualquier cambio o fluctuación externa”, resalta el experto.

Los ritmos biológicos controlan todas las funciones a lo largo del tiempo para que sean lo más adecuadas posibles al mantenimiento de la salud ya que nosotros vivimos en un entorno que cambia cada 24 horas. No solo cambia la luz, sino la temperatura y la humedad.

Cuando cambia el reloj

Pero, ¿qué pasa cuando se alterar estos ritmos biológicos?

“Si se altera este reloj biológico, si se alteran los ritmos aparecen diferentes enfermedades. Trastornos orgánicos que van desde depresión, pérdida de memoria, obesidad, algunos tipos de cáncer, inmunodepresión, trastornos reproductivos… Esto no es que sea el desencadénate único. Si no, un factor que favorece la aparición de estas enfermedades. Por eso es tan importante preservar un reloj biológico y unos ritmos biológicos adecuados”, destaca Juan Antonio, catedrático de Fisiología e Investigador principal en el laboratorio de Cronobiología de la Universidad de Murcia.

Las personas que por su trabajo están activos durante la noche y duermen durante el día tienen más probabilidades de su sufrir un problema de salud. “Eso crea un trastorno crónico. La Organización Internacional del Cáncer sitúa a aquellos trabajadores nocturnos como trabajadores de más riesgo para padecer cualquier tipo de cáncer”, recuerda Darío Acuña.

“La luz de esos trabajadores es también un estímulo que altera el reloj y que favorece la aparición de enfermedades. Todo eso está, a su vez, condicionado porque todos esos genes reloj lo que hacen es poner en marcha una señal en el organismo en la glándula pineal del cerebro que es la melatonina” cuando en realidad debería mandar la señal por el día, explica Juan Antonio.

“El reloj es de hace millones de años y nació para adecuar nuestra actividad al entorno rítmico del día y la noche”, concluye el experto en Melatonina.