Los datos de la inversión sanitaria per cápita vuelven a dejar en evidencia la falta de equidad entre comunidades autónomas y la necesidad de medidas para paliarla
| 2017-09-01T12:33:00+02:00 h |

La equidad, como concepto, dentro del sector sanitario tiene una importante tara en el sistema sanitario español. Los datos que publica el Ministerio de Sanidad al respecto del gasto sanitario por comunidades autónomas deja todavía más en evidencia que algo no se está haciendo bien. Si bien el dato a nivel global habla de un incremento del gasto sanitario, cuando se compara lo que cada comunidad autónoma destina a sanidad per cápita encontramos diferencias de hasta un 34 por ciento entre la región que más invierte, País Vasco, con la que menos, Andalucía. Entre medias, un variado abanico inversor que desnuda la ‘racanería’ de comunidades como Madrid, Cataluña, Murcia o Castilla-La Mancha y confirma uno de los males endémicos del SNS, la inequidad entre CC.AA que se acrecienta incluso entre códigos postales de una misma ciudad. Un problema de primer orden que debería tratarse de manera seria y profunda para ser atajado.

La planificación del sistema sanitario español del futuro pasa por medidas que aseguren que no exista diferencia alguna en el tipo de prestación que se recibe independientemente de la región en la que se acuda. Sobredimensionar los servicios, pretender crear centros sanitarios ‘full equip’ en todas partes al final pasa factura. Racionalizar con cabeza, planificando con datos y responsabilidad conseguirá que la eficiencia corrija la inequidad existente y permitirá que el dinero se destine a lo que se tiene que destinar, con la seguridad de que nadie será tratado de manera diferente por haber tenido la suerte o la desgracia de nacer y residir en una de esas comunidades que se encuentran a la cola en cuanto a gasto per cápita.

Los datos han vuelto a demostrar que es necesario cambiar cosas. Los datos han vuelto a dejar en evidencia el principal problema del SNS. Toca actuar. Toca replantear el futuro del sector. Es el momento de aprovechar el escenario de recuperación económica y el clima de entendimiento que, poco a poco, está imponiéndose en las administraciones nacional y autonómica.