El 1st Eco Cancer Immunotherapy Breakthough, organizado por la Fundación ECO, cerró su jornada multidisciplinar con los deberes que que hay que perfilar en el uso de la inmunoterapia en las diferentes enfermedades oncológicas. Identificar a los pacientes que se van a beneficiar de esta terapia, personalizar el tratamiento o reconocer los eventos tóxicos asociados a la inmunoterapia son algunos de los principales retos que los oncólogos tienen todavía que afrontar.

Tal y como ha destacado Jesús García Foncillas, Director del Instituto Oncológico OncoHealth, los grandes avances de la inmunoterapia empezaron en 2013 pero “¿en qué punto estamos ahora? Queremos hablar del tratamiento de inmunoterapia como un antes y un después en el tratamiento del cáncer”. Para ello, el oncólogo ha enumerado los mensajes que los asistentes a la jornada virtual se tienen que llevar a casa.

Arsenal terapéutico

Foncillas ha recordado el “impresionante” arsenal terapéutico disponible actualmente en el tratamiento con inmunoterapia. “Vacunas, células CAR-T, citoquinas, check point inhibitors, virus oncológicos, agonistas moleculares, inhibidores metabólicos, quimioterapia y radioterapia molecular dirigida…”.

Identificar a los pacientes

Uno de los objetivos principales en la inmunoterapia es identificar a los pacientes” que son potenciales a recibir este tipo de tratamientos, 

El oncólogo insiste en que los últimos años “hemos observado una revolución en torno a los turnos”. La agencias reguladoras han aprobado varios inhibidores check point “pero hay tumores como el cáncer de próstata que se ha beneficiado en gran medida”, continúa.

“Está muy claro que la inmunoterapia puede ser el nuevo estándar de tratamiento en el cáncer de pumón no microcítico (CPNM), en los tumores de piel (no melamona), en cáncer de próstata, en el carcinoma de células de Merkel (CCM)… pero para optimizar el uso de la inmunoterapia es importante identificar a los pacientes que se van beneficiar de la inmunoterapia”, añade el especialista.

Reconocer los eventos tóxicos

Uno de los puntos en los que ha insistido el Director del Instituto Oncológico OncoHealth es en entender bien la diferencia entre la quimoterapia citotóxica y los efectos secundarios de la inmunoterapia. “Hay que reconocer los eventos tóxicos cuanto antes y la toxicidad inmunorelacionada”, señalaba Foncillas.

Tal y como recogen las guías clínicas de ESMO, los efectos secundarios relacionados con el sistema inmunitario derivados del tratamiento con inhibidores de puntos de control pueden afectar a cualquier órgano o tejido, pero afectan con mayor frecuencia a la piel, al colon, a los pulmones, al hígado y a los órganos endocrinos (tales como la glándula pituitaria o la glándula tiroides).

Personalizar tratamientos

Para finalizar, Foncillas, ha acentuado que es importante personalizar los tratamientos de inmunoterapia “acorde a todos los factores y en todos los escenarios (ya sea tumores localizados o avanzados) desde la neoadjuvancia hacia la adjuvancia y en las diferentes líneas metastásicas”.