Alberto Cornejo Madrid | viernes, 24 de marzo de 2017 h |

El pasado 4 de marzo, Serafín Romero tomaba posesión de su cargo como presidente de la Organziación Médica Colegial (OMC). Aunque su anterior condición de vicepresidente de esta entidad invita a pensar en una línea continuista (en lo profesional) desde otros colectivos sanitarios, como la Farmacia, confían una etapa menos convulsa en lo institucional. Y es que es notorio que no han sido pocos los roces provocados en los últimos años durante la etapa de su ya ex presidente Juan José Rodríguez Sendín. Tanto por declaraciones como por iniciativas como el informe publicado en octubre de 2014 que ponía en duda la capacidad de las farmacias para realizar funciones como la atención farmacéutica e incluso planteaba ciertas propuestas liberalizadoras sobre este sector.

Pregunta. Tras ciertos desencuentros con la Farmacia por cuestiones como este informe. ¿Cómo espera que sea esta nueva etapa?

Respuesta. Las relaciones, a pesar de ese desencuentro, se han seguido manteniendo. En ese estudio había una parte sobre el modelo farmacéutico que se magnificó aunque es cierto que ponía lo que ponía. Pero ese informe no solo tocaba a las farmacias, también a los médicos. Hay muchas cosas que nos unen con la farmacia y especialmente con los farmacéuticos. Pero no podemos olvidarnos de que estamos en una situación de infrafinanciación del sistema con una tarta en la que nadie quiere perder su parte. Los médicos no vamos a permitir que otros mantengan su parte o la aumenten si nosotros seguimos perdiendo capital humano y sueldo. Por tanto, vamos a ser incómodos para Farmaindustria y con el sector de oficina de farmacia si entendemos que no tenemos una postura común sobre la tarta.

P. Cuando se conoció el informe, usted se encontraba participando en el Congreso Nacional Farmacéutico y Carmen Peña —por entonces presidenta del CGCOF— le pidió públicamente “ayuda” para demostrar el valor de los farmacéuticos. ¿Apostará por estrechar lazos?

R. Por responsabilidad tenemos que tener los canales abiertos con otros profesionales. Por compromiso tenemos que ir juntos porque tenemos al paciente en el centro de nuestras actuaciones. Las relaciones con el CGCOF son muy buenas, pero eso no quita que tengamos discrepancias que tendríamos que discutir en el ámbito adecuado. Tenemos que aclarar las nuevas competencias que está planteando el ámbito de la farmacia y que a veces nos producen dudas y espanto. No entendemos muy bien ciertas actuaciones y a los mejor nos está faltando diálogo para entenderlas.

P. ¿Cómo ve la colaboración interdisciplinar entre farmacéuticos y médicos en el seguimiento del paciente?

R. Cualquier actividad que se haga sobre el paciente tiene margen de mejora. El rol del farmacéutico es muy importante en el ámbito del medicamento, esencialmente en el ámbito de la educación para la salud y en otros ámbitos colaborativos como puede ser la calidad en la prescripción. Lo que pasa es que cuando hablamos de farmacia solo estamos visualizando al farmacéutico que ejerce en la oficina de farmacia, pero existen farmacéutico que trabajan en los equipos de Atención primaria. Estos farmacéuticos trabajan muy cerca de nosotros y además contribuyen a la formación continuada de nosotros los médicos.

P. ¿En qué aspectos trabajar?

R. El gran ámbito es la educación para la salud y lógicamente en el mantenimiento de los cuidados que pueda tener cualquier usuario del sistema. Por cierto, no se debe entender esta colaboración como la entrada en el ámbito competencial de uno a otro y que en algunos momentos ha generado alguna distorsión con Enfermería, porque la Farmacia quiere hacer cosas que yo creo no les corresponden, como poner las vacunas. Esto no es labor de la farmacia. Entre otras cosas porque si no hay dinero para pagar enfermeros no tiene sentido que le paguemos a un farmacéutico.

P. ¿Alguna otra discrepancia?

R. Tampoco tiene sentido que el farmacéutico acabe indicando fármacos cuando su labor es dispensar y el control.

P. ¿Cómo valora la ayuda que puede prestar el farmacéutico en el seguimiento del paciente?

R. En el seguimiento terapéutico, que nosotros lo unimos mucho a la adherencia, vamos a seguir defendiendo que lo mejor es la confianza del médico con el paciente. No se puede sustituir la relación médico-paciente con el argumento de que “como no tienen tiempo lo hago yo” (en alusión al farmacéutico). La colaboración del resto de profesiones es imprescindible, el tema es cómo la enunciamos.

P. En caso de que se diera esta colaboración, ¿debería ser siempre bajo la supervisión del facultativo?

R. Si estamos hablando del mundo del medicamento, la acción la asume el que prescribe, los demás colaboran. Si estamos hablando de los cuidados, la responsabilidad la asume el enfermero. Cuando hablamos del ámbito de la dispensación, que por cierto hay mucha sin prescripción médica, la responsabilidad la asume el farmacéutico. Nosotros también quisiéramos que hubiera colaboración en la dispensación pero el médico no accede a lo que el farmacéutico dispensa libremente. La acción colaborativa es de ida y vuelta. En esto es en lo que queremos sentarnos con los farmacéuticos. Cuánto nos gustaría que en la historia de nuestros pacientes apareciese la dispensación del farmacéutico, pero por seguridad del paciente, no para fiscalizar al farmacéutico. No habrá historia sin que cualquier médico tenga acceso a la dispensación libre. No habrá historia colaborativa si no podemos acceder al uso, indicación y autorización de medicamentos y del material de cuidados de los enfermeros.

P. Si pudieran acceder a los datos de dispensación, ¿estarían de acuerdo con que la oficina de farmacia, siempre bajo el consentimiento del paciente, pudiera acceder a la historia clínica del paciente o una parte de ella?

R. A la historia clínica del paciente, de entrada, no. Hay una serie de cosas que podríamos valorar pero no a su historia clínica. Serían ciertas condiciones de la historia que sirvieran de garantía para el paciente y siempre con la autorización del paciente. Estaríamos dispuestos a hablar de un escenario común donde todos pudiéramos disponer de los datos para la acción colaborativa.

P. Existe también cierta polémica en la profesión farmacéutica, por un lado las farmacias comunitarios y por otras las de hospital, respecto al canal más idóneo de los medicamentos de diagnóstico hospitalario.

R. Si es en beneficio del paciente, donde sea más accesible y cómodo para el paciente. Si un medicamento es de uso hospitalario y se pone en el hospital no tiene ninguna lógica que esté en la farmacia. Si es de uso hospitalario pero es la persona quien se lo toma, donde lo tenga más fácil. La primacía aquí depende del beneficio del paciente y de su entorno . Donde sea más fácil el acceso del paciente y con garantías.