En el marco del AHA Congress 2018 se celebró una mesa redonda que reunió a expertos de diferentes especialidades relacionadas con las complicaciones que se pueden dar en pacientes de diabetes tipo 2. En el debate participaron el cardiólogo Mikhail Kosibord, el endocrinólogo Itamar Raz, el nefrólogo George Bakris y el doctor Peter Linn.
Bakris resaltó la necesidad de pensar en el hígado y el corazón como un matrimonio, pensar en los dos indistintamente a la hora de aplicar un tratamiento para evitar fallos en la otra parte y poder desarrollar un tratamiento efectivo. Kosibord puso el foco en la prevención, ya que considera que siguiendo una serie de pautas se podrían evitar muchas complicaciones de esta enfermedad.
Los expertos llamaron la atención sobre la alta incidencia de la enfermedad, destacando que si sigue esta evolución, dentro de unos años la mitad de la población podría padecer algún tipo de diabetes. Para evitarlo, consideran necesario impulsar campañas para que la población sea consciente de la necesidad de adoptar hábitos saludables para evitar esta y otras patologías.
Linn subrayó que cuando un paciente conoce el diagnóstico de diabetes, puede ser un momento muy duro, por lo que el trabajo de los especialistas debe consistir en alejar esta preocupación y trabajar de una manera combinada con profesionales de las especialidades relacionadas para atajar todas las complicaciones que se puedan desarrollar.
Por ello, todos coincidieron en la necesidad de desarrollar terapias que actúen sobre diferentes complicaciones, ya que ahora el problema es que cada fármaco se dirige a una diana por lo que en el transcurso de un tratamiento pueden surgir problemas en otros órganos. Linn señaló que es consciente del gran esfuerzo que conlleva trabajar para conseguir este resultado, y opinó que es fundamental que los distintos especialistas trabajen hombro con hombro para hacerlo posible.
El doctor Raz afirmó que uno de los grandes logros de los avances que se han producido en medicina en los últimos años es el hecho de poder controlar y monitorizar el efecto que están teniendo los medicamentos aplicados, y poder modificarlos o ajustarlos en función de las necesidades de cada caso concreto.