Alberto Cornejo Madrid | jueves, 01 de marzo de 2018 h |

¿Quién cuida al cuidador? Seguramente no será la primera vez que escucha (o lee) esta pregunta. Probablemente tampoco será la última, dado que si aún ‘circula’ en el ambiente es porque aún no existe respuesta concreta para ella. Incluso, la misma toma más importancia en el nuevo paradigma sociosanitario marcado por el envejecimiento y la cronicidad. Solo en España se contabilizan cerca de 2,5 millones de personas dependientes —no siempre mayores— que tienen a su lado un cuidador, sea éste profesional o no.

Volviendo a la cuestión, el propio Estado debe liderar (vía Ley de Dependencia) esa atención al cuidador y su dependiente asociado. O viceversa. Y es que “hay que ver al cuidador como el propio paciente”, como apuntó Fernando Prados, viceconsejero de Humanización de Asistencia Sanitaria de Madrid en el marco de una jornada celebrada este 28 de febrero en Madrid, en la que buscaba refrendar el valor del cuidador en el sistema sanitario.

En este mismo acto —organizado en el marco de una campaña puesta en marcha por Fenin, Cofares y el COF de Madrid— César Antón, director de área Sociosanitaria de Grupo Cofares, abogó por dar respuesta a las necesidades de cuidador y dependiente “desde la Atención Primaria”. Es ahí donde entran en juego las farmacias por su accesibilidad, cercanía y confianza, como puso de manifiesto Luis González, presidente del COF de Madrid y refrendaron otros participantes en la jornada como el propio Antón. “En la farmacia no hay que pedir cita; somos los cuidadores de los cuidadores”, reivindicó Manuel Martínez Peral, vicepresidente primero del COF de Madrid.

Además del “quién”, también hay que plantearse “cómo” cuidar al cuidador. En esta jornada, fueron algunos cuidadores no profesionales los que expusieron sus necesidades, que van desde el apoyo económico al logístico y psicológico, más aún en aquellos que no son profesionales. Muchos de estos factores acaban derivando en lo que se conoce como síndrome de “sobrecarga del cuidador”, como recordó Primitivo Ramos, de la Consejería de Políticas Sociales y Familia de Madrid. “Somos cuidadores multitarea, no solo tenemos que dedicar la atención directa, sino también la carga que supone emplear tiempo en pedir documentos para posibles subvenciones, recogida presencial de medicamentos (como los fármacos extranjeros), etc.” expuso como experiencia personal Mónica Súarez, cuidadora de un dependiente menor de edad y Relaciones Institucionales de la Federación española de Enfermedades Neuromusculares.

En este sentido, presente y futuro pasan por conjugar la atención integral de dependiente y cuidador “en el entorno natural, que es el domicilio; y son el resto de agentes los que tienen que adaptarse a él”, expuso Antón. En este sentido, Luis González reivindicó servicios como la atención farmacéutica domiciliaria desde las boticas que permitirá la futura Ley de Ordenación Farmacéutica de Madrid. Un servicio que permitiría desde la entrega de medicamentos en el domicilio (ahorrando tiempo al cuidador), al propio seguimiento farmacoterapéutico in situ y revisión de botiquines.

Otra necesidad importante del cuidador, más allá del apoyo económico, es la formación. Una formación que, en opinión de María Valdivia, enfermera y responsable del Servicio de Enfermería de la Fundación Esclerosis Múltiple de Madrid “no solo pasa porque la asistencia a cursos por parte de los cuidadores: también se debe obtener formación desde las estructuras de atención primaria (consultas, farmacias, etc.) y asociaciones de pacientes”.

Los propios pacientes dependientes también tuvieron voz en esta jornada reivindicativa de la figura del cuidador. Claudia Tecglen, presidenta de la Asociación Convives con Espasticidad y psicóloga, apostó por combinar la labor del cuidador con el derecho del dependiente —en los casos que sea posible— a ser interlocutor directo con el profesional sanitario. “Al cuidador hay que ofrecerle herramientas y apoyo para que no solo proporcione cuidados, sino empoderarle para que facilite la vida plena e integrativa de la persona a su cargo”. Por último, Tecglen hizo una petición a la prensa, de la que por supuesto tomamos nota en el caso de EG: “Hay que desterrar las palabras superhéroes y pobrecitos”, al aludir al colectivo de dependientes y, en especial, a los afectados por enfermedades raras.

Para finalizar, David Rudilla, psicólogo de la unidad EPID del hospital Universitario La Princesa recordó que “si no se puede curar, hay que cuidar”, en alusión a su labor profesional con pacientes en etapa final de vida. También recordó que la transmisión de información por parte del profesional sanitario “debe ser primero un acto humano, amén de ético, médico y legal”.

Campaña informativa

En el marco de esta jornada, se presentó una de las primeras iniciativas en el marco de la campaña de apoyo al cuidador firmada por Fenin, Cofares y COF de Madrid. A partir de este mes de marzo, de forma piloto, cerca de 400 farmacias de Madrid de los distritos de la capital que cuentan con una población más envejecida (Ciudad Lineal, La Latina, Moratalaz y Carabanchel) entregar trípticos informativos en los que se facilitan consejos de salud y recomendaciones a las personas que prestan cuidados y atención a las personas mayores o dependientes que necesitan ayuda para realizar alguna o algunas de las actividades de la vida diaria.

Asimismo, en ellos se ofrece información sobre las herramientas y recursos disponibles para apoyar su labor desde los ámbitos sociosanitario e institucional y desde las propias asociaciones de pacientes. “Hay que ofrecer herramientas y fuentes de información que faciliten la labor del cuidador” justifica Carmen Álaez, adjunta a la secretaria general de Fenin.