josé A. Rodríguez Barcelona | viernes, 21 de octubre de 2016 h |

Es conocido el daño que la diabetes mellitus tipo 2 (DM2) puede causar en tejidos de pies, ojos, nervios o riñones, entre otros. Ahora, un estudio presentado durante el 58º Congreso de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), pone el acento en las complicaciones pulmonares asociadas a esta patología. Como explicó Albert Lecube, endocrinólogo del Hospital Universitario Arnau de Vilanova de Lleida, muchos grupos de investigación han estudiado la relación de la diabetes con la apnea del sueño, pero se han dejado en un segundo plano los daños que la diabetes puede provocar en los tejidos pulmonares.

El grupo de Lecube ha realizado un estudio en el que partían de la hipótesis de que “la hiperglucemia crónica puede dañar los pulmones mediante la producción de productos avanzados de glicación, los AGEs”. El pulmón es muy rico en dos proteínas (colágeno y elastina), que le otorgan distensibilidad. Y, como señaló este experto, la teoría indica que en la DM2 “se producen AGEs que se fijan a estas proteínas, y que, de este modo, provocan que la capacidad del pulmón para ser distensible disminuya”.

En la investigación llevada a cabo por este experto, compararon las concentraciones de AGEs y la función pulmonar (mediante el estudio de la capacidad vital forzada y el volumen espiratorio máximo en un segundo, o VEMS) entre pacientes con DM2 y participantes sanos. “Los resultados muestran que, en los pacientes diabéticos, se da un descenso de un 10 por ciento más de la función pulmonar. Un dato que es significativo ya que hay estudios que muestran que, a siete años, un descenso de la función pulmonar de esta magnitud es un factor de mortalidad independiente en los pacientes con diabetes”.

Los AGEs son un grupo heterogéneo de compuestos que están formados por la reacción no enzimática de los azúcares reductores como la glucosa con aminoácidos, péptidos, proteínas y ácidos nucleicos. “Cuando se produce una hiperglicemia crónica, los aminoácidos reaccionan con las proteínas de los pulmones —explicó Lecube—, creando, de este modo, estructuras que son mucho más estables y, por tanto, más difíciles de metabolizar. Este hecho afecta a la función de los órganos como el pulmón”.

Es fundamental identificar a los pacientes diabéticos con pérdida de función pulmonar. “Se puede realizar mediante una prueba tan poco agresiva como es un espirometría —dijo Lecube—. En caso de que se detecten problemas en los pulmones, el control de la glucemia consigue mejorar los parámetros independientemente de la pérdida de peso”.

Metilación génica

Otro de los trabajos trata sobre los cambios epigenéticos asociados a la reducción ponderal tras dieta de muy bajo contenido calórico y cirugía bariátrica. Silvia Pellitero, endocrinóloga del Hospital Germans Trias i Pujol, de Badalona, comentó que, en el estudio, se incluyeron 39 pacientes obesos programados para cirugía bariátrica, que siguieron una dieta hipocalórica previa a la intervención, y 20 controles sanos. “Se les realizó un análisis de sangre basal a controles y pacientes tras las dos semanas de dieta muy baja en calorías y a los seis meses de la cirugía. Aunque los resultados no son completamente concluyentes, se observaron cambios en la expresión y metilacion de tres genes implicados en la fisiopatologia de la obesidad, especialmente del gen de la visfatina, marcador que participa en la inflamación que caracteriza a la obesidad y se asocia al desarrollo de enfermedades como la diabetes”.