C. R. Madrid | miércoles, 03 de octubre de 2018 h |

El Pleno del Parlamento Europeo ha aprobado, con 576 votos a favor, 56 en contra y 41 abstenciones, el informe de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria (ENVI) en materia de evaluación de tecnologías sanitarias (HTA, por sus siglas en inglés). La propuesta de reglamento que así su futuro en manos de los estados miembro. Una vez que acuerden su posición, podrán iniciarse las negociaciones entre los eurodiputados y la presidencia del Consejo, con vistas a alcanzar un acuerdo en primera lectura.

La eurodiputada socialista Soledad Cabezon, ponente del informe, señaló que el texto “es un paso hacia delante que mejorará el acceso de los ciudadanos europeos a los medicamentos y a las nuevas tecnologías de la salud”. También, añadió, “redundará en la calidad, ayudará a fijar prioridades en la investigación y eliminará duplicidades innecesarias”, además de contribuir al avance “hacia un sistema sanitario más sostenible”.

Junto a ella, los eurodiputados resaltaron las “numerosas barreras” que existen en la Unión Europea para acceder a algunos medicamentos y tecnologías innovadoras, así como la falta de tratamiento para algunas enfermedades y el elevado precio de algunos fármacos, “que en muchos casos no tienen valor terapéutico añadido”, según resalta el Parlamento Europeo en un comunicado.

Efpia

La patronal de la industria farmacéutica innovadora ha sido la primera en aplaudir el voto de los eurodiputados. “Todos los estados miembro realizan evaluaciones clínicas como parte de los procesos de HTA nacionales. Tiene sentido unir fuerzas para proporcionar una evaluación clínica de alta calidad para su uso en toda Europa. Esto apoyará una mejor toma de decisiones y, en última instancia, beneficiará a todos los pacientes en toda la UE“, ha señalado Nathalie Moll, directora general de Efpia.

La propuesta que ha salido de la Eurocámara apoya que los estados miembro representados en el Grupo de Coordinación serán responsables de realizar evaluaciones clínicas conjuntas, así como de garantizar que los informes sean de alta calidad y aptos para el uso nacional. Asimismo, los eurodiputados han querido resaltar que las evaluaciones clínicas conjuntas siguen siendo distintas de las evaluaciones nacionales y de las decisiones de fijación de precios y reembolsos, por lo que los Estados miembros no deberían tener, según Moll, “ninguna preocupación” en términos de subsidiariedad para apoyar la propuesta.

Por contra, la patronal ha criticado que los eurodiputados hayan abierto la puerta para que los estados miembro realicen evaluaciones complementarias. “Creemos que esto introduce incertidumbre, complejidad y una barrera adicional innecesaria para que los pacientes tengan acceso a nuevos tratamientos. La introducción de un obstáculo adicional potencial llevará inevitablemente a retrasos y es un desperdicio de recursos. Instamos a los formuladores de políticas a garantizar que no habrá duplicación entre las evaluaciones clínicas conjuntas y las evaluaciones nacionales en el futuro. Un sistema duplicado significaría la introducción de una cuarta capa para el acceso de pacientes”, ha resaltado la Efpia.