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El modelo mediterráneo comenzó a morir con el RD 5/2000 y se mantiene con respiración asistida
Acusar a las farmacias de ser “establecimientos privados con ánimo de lucro” es como decir que una enfermera “trabaja sólo porque le pagan”. No vamos a comentar más (porque ahí está la noticia que lo dice todo) la metedura de pata de algún dirigente de la enfermería cántabra que no entienden la labor de prevención de la Farmacia. Si alguien se pregunta por qué es necesario avanzar en el marco jurídico de la Atención Farmacéutica, lo entenderán con el ataque de los dirigentes enfermeros de Cantabria.
Pero como todo autónomo, empresario o trabajador, uno debe tener ingresos que superen los gastos. La Farmacia necesita un modelo de negocio viable, porque de la Farmacia se aprovecha el sistema sanitario y se benefician los pacientes y la farmacia, como es lógico. Lo que resulta extraño es que no se entienda que farmacias equipadas, en zonas adecuadas y con profesionales al frente, deban ser establecimientos con escasa viabilidad. ¿Es eso un éxito del modelo cuando hay casi 4.000 farmacias en situación de crisis en España? Un modelo que tiene que subvencionar a 1.000 farmacias debería ser repensado, porque el modelo mediterráneo empezó a morir con el RD 5/2000, y se le está manteniendo con respiración asistida y los nutrientes justos. Y que nadie se engañe: un alquiler de un local en una ciudad (o pagar la hipoteca) requiere de ingresos altos, como una farmacia en zona despoblada requiere de ingresos. Pero ambas tienes un problema de viabilidad con un modelo que sitúa la mitad de los medicamentos a 3 euros, trasladando la innovación a los hospitales, con medicamentos DH de uso extrahospitalario.
¿Y si dice “no” la farmacia?
La razón por la que la farmacia ha seguido dispensando medicamentos, cuando en algunas zonas de España no cobraba, es por su función asistencial. ¿Alguien cree que muchos profesionales sanitarios querrían seguir trabajando si no cobraran dos meses? De eso les pueden hablar en Cataluña, C. Valenciana o Canarias, entre otras. Merece la pena hacer “política sanitaria-ficción” y pensar cómo se podría mantener el sistema sanitario si las farmacias se plantaran ante el entorno restrictivo que padecen.
