Responsables de Salud y de Acción Exterior del Gobierno Vasco han mantenido un encuentro de trabajo en Madrid con representantes de Embajadas de varios países, para presentarles el Plan Oncológico de Euskadi 2018-2023. En dicho encuentro, que se ha celebrado en la Delegación del Gobierno Vasco en Madrid, han participado Iñaki Berraondo, viceconsejero de Salud del Gobierno Vasco; Nekane Murga, directora de Planificación, Evaluación y Ordenación Sanitarias; y Leyre Madariaga, directora de Relaciones Exteriores, así como los responsables sectoriales de ocho Embajadas: Reino Unido, Bélgica, México, Dinamarca, Estados Unidos, Chile, Suiza y Suecia.
El encuentro de trabajo ha servido para presentar a los miembros del cuerpo diplomático el Plan Oncológico de Euskadi 2018-2023, recientemente premiado por los Best in class 2018 a la mejor estrategia de oncología del Estado. Este plan tiene como objetivo de mejorar la supervivencia al cáncer, uno de los principales problemas de salud de nuestra sociedad.
Para el Departamento de Salud del Gobierno Vasco, abordar el cáncer, la principal causa de muerte en Euskadi, es una prioridad. Gracias a los avances en el diagnóstico precoz, las terapias personalizadas y los nuevos tratamientos, en la actualidad, un alto porcentaje de pacientes tienen supervivencias prolongadas. De hecho, los índices de supervivencia al cáncer en Euskadi son del 52,2 por ciento en el caso de los hombres y del 60 por ciento en mujeres. Son tasas superiores a las del Estado y también a las de Europa. Este Plan Oncológico pretende hacer frente a esta realidad poniendo al paciente en el centro, tanto en el modelo asistencial, en la innovación y en la investigación.
No cabe duda de que un sistema asistencial sólido en materia de cáncer no es posible sin el apoyo de tecnologías que permitan ofrecer una atención efectiva y segura a las personas con cáncer. En este sentido el Plan Oncológico de Euskadi cuenta con el apoyo de un plan de renovación tecnológico que se ha visto fortalecido por el apoyo de la Fundación Amancio Ortega, que va a permitir renovar equipos de diagnóstico y tratamiento, facilitando así el inicio del recorrido del Plan, desde un punto de partida tecnológico privilegiado.
El despliegue de una estrategia de investigación e innovación bien asentada puede ser considerada como una oportunidad en el contexto de un sistema sanitario capaz de acompañar a las empresas tecnológicas en el desarrollo de nuevas herramientas en diagnóstico y tratamiento de cáncer de acuerdo a la estrategia RIS-3, siendo para ello prioritario establecer nuevos lazos que acerquen al sistema sanitario y al tejido industrial y tecnológico de nuestro entorno.