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La idea generalizada en algunos grupos parlamentarios del Congreso, como el socialista o el de Ciudadanos, ha contribuido, en parte, a tumbar una iniciativa de impulso de los genéricos. Para estos grupos, y para el de Unidos Podemos, lo que necesita la sanidad, además de herramientas como los genéricos que la hacen sostenible, es un equipo ministerial estable. La discriminación positiva a favor de los genéricos, recuperada por UPN en su propuesta, ha topado con la oposición del PP y la abstención del resto de grupos (salvo Podemos), muchos de los cuales creen que es hora de revisar toda la política farmacéutica. Pero al concretar, aparece cierta diversidad de prioridades. Para Amparo Botejara (Unidos-Podemos) la incertidumbre en los tiempos con la normativa farmacéutica es consecuencia de la ausencia ministerial. Sólo tienen el copago de pensionistas en la agenda. Para Paco Igea (Cs) es la transparencia en la fijación de precios la asignatura pendiente, y coincide con Botejara con la inestabilidad del ministerio como responsable del parón en la política farmacéutica. Podemos y C’s también coinciden con que quieren más transparencia en precios. Sin embargo, no se debería entender que la ausencia de más transparencia es que se esté siendo laxo en la fijación de precios. Al contrario: España se caracteriza por una politica exigente y dura en precios. Para Miriam Alconchel (PSOE) no son retoques lo que se necesita sino medidas bien articuladas. El 10 de cctubre, Maria Luisa Carcedo comparecerá en la Comisión de Sanidad y podremos ver las prioridades que marca en su departamento. Con salir de la parálisis actual tendríamos mucho ganado.
