MARCOS GARCÍA Madrid | viernes, 02 de diciembre de 2016 h |

No es un cambio inmediato, pero la tendencia en el seno de la industria farmacéutica en el descubrimiento de innovaciones farmacológicas va a variar radicalmente en los próximos años gracias a la incorporación y tratamiento de la información proveniente del denominado Big Data y el Real World Evidence (RWE). Tanto es así que el neurólogo del Hospital Ramón y Cajal y fundador de la startup española Savana, Ignacio Hernández Medrano, auguró el final de los ensayos clínicos provocado por el volumen de información del que disfrutarán en breve los agentes implicados en el sector sanitario. “Vamos a pasar de hacer ensayos clínicos poblacionales a hacer ensayos clínicos individuales, o sea, no hay ensayo clínico”, aseguró.

Este augurio de hacerse realidad cambiará el actual paradigma, no sólo del proceso de investigación y desarrollo de medicamentos para la industria farmacéutica, sino de todo el mundo sanitario tal y como lo conocemos en la actualidad. Las razones que esgrime Hernández Medrano se cimentan en varios factores como la democratización del acceso a la información, la secuenciación genómica de la población o el aumento del peso de la inteligencia artificial en el sector salud. Aunque el factor más importante reside en el crecimiento exponencial de los datos en salud y de su manera de gestionarlos. Al aplicar tal volumen de datos sobre ordenadores se produce la identificación de una correlación, que en medicina puede tratarse del algoritmo que diagnostique mejor que un equipo de médicos o que la fabricación de un fármaco puede convertirse en la pauta a seguir para abordar un determinado tipo de enfermedad. “Para que las máquinas sean capaces de buscar correlaciones que la mente humana no es capaz de descubrir y encontrar la predicción que los médicos en la consulta jamás hubieran podido hacer. Esto no es futuro, es presente, en oncología e inmunología ya se hace. Y se va a acercar cada vez más deprisa. Al final vamos a hacer ensayos clínicos sobre el individualoma”, dijo Hernández Medrano.

Estas predicciones se realizaron en la tercera edición de la jornada ‘Hacia un sistema sanitario basado en la creación de valor’, organizado por el Instituto Roche y que se centró en cómo la información y los inmensos volúmenes de información y datos que caracterizan la actual sociedad pueden influir en las nuevos medicamentos y de cómo generar nuevos paradigmas en la financiación de innovaciones farmacológicas.

Conciencia colectiva

Para entender la dimensión de lo asegurado por Hernández Medrano se debe comprender el papel que juega en este proceso la inteligencia colectiva. “Cuando muchas personas colaboran colectivamente en algunas tareas definidas, su conocimiento colectivo tiende mucho a lo correcto”, aseguró. Bajo esta premisa del análisis predictivo basado en Big Data Hernández Medrano destacó que “no hay nada que hayamos creado las personas que produzca tantos datos a diario como la salud. Salud y Big Data tiene mucho que decirse”. De hecho, el proceso de fabricación de un medicamento ya ha variado. “Desde hace unos años se pueden dar todos los datos a un ordenador y que vea una correlación que deberá ser comprobada a posteriori. El tiempo y el dinero que has ganado no son comprensibles. Los costes tienden a cero”, sentencia. Esto supondría ahorros esenciales para las compañías farmacéuticas en los procesos de I+D, pero también implicaría una sustancial caída de los precios de comercialización y en la negociación de la incorporación de innovaciones a los sistemas de salud.

Por otro lado, la jornada fue inaugurada por el secretario general de Sanidad y Consumo, José Javier Castrodeza, que señaló que desde 2012 se han incorporado 210 innovaciones terapéuticas y el 25 por ciento de ellas se han producido en el área del cáncer. Castrodeza puso ejemplos de innovaciones incorporadas al SNS como el plan de la Hepatitis C o el registro estatal de enfermedades raras. Además se atrevió a definir cuál será el perfil sociodemográfico que caracterizará a la sociedad española “más envejecida, mayor perspectiva de vida, prevalencia de enfermedades crónicas y patologías con un abordaje distinto lo que supone un reto para los profesionales al enfrentarse a pluripatologías, plurimedicación y a la dependencia”.

Por su parte, el vicepresidente de la Fundación Instituto Roche, Federico Plaza, señaló que actualmente caminamos hacia un modelo de financiación personalizado, fundamentado en el establecimiento del precio del fármaco en función del valor que realmente está aportando al paciente. “Este cambio de paradigma es un paso más en la incorporación de la Medicina Personalizada y de Precisión al SNS, que es totalmente necesario si queremos que este sea sostenible”, aseguró Plaza. De hecho, las políticas de fijación y regulación del precio de los medicamentos están experimentando cambios notables en todo el mundo.