J.V. Madrid | miércoles, 28 de marzo de 2018 h |

El punto de partida está claro. Las tasas de vacunación frente a la gripe, que apenas alcanzan el 30 por ciento en nuestro país, están lejos de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud: un 75 por ciento de los grupos de riesgo, mayores de 65 años, enfermos crónicos, embarazadas, niños entre los seis meses y los cinco años y profesionales sanitarios.

Sobre esta base, un grupo de expertos ha participado en el Think Thank “La calidad en los procesos de vacunación de la gripe estacional. Innovación e impacto en el Sistema Nacional de Salud”, con el apoyo de Sanofi Pasteur y en colaboración con la Fundación de Ciencias del Medicamento y Productos Sanitarios (Fundamed), para detectar áreas de mejora y aportar propuestas que permitan elevar las tasas de vacunación en gripe estacional.

El informe final estará listo a lo largo del mes de abril y repasará cinco puntos clave: la situación actual de la cobertura, el impacto de una cobertura vacunal inadecuada, las estrategias para mejorar la información y concienciación sobre la gripe estacional, los modelos de compra y la innovación e industria en este ámbito.

Para José María Eiros, jefe del Servicio de Microbiología del Hospital Universitario Río Hortega (Valladolid), solo hay un camino: “educación, ejemplo y exigencia. No hay más”. En su opinión, uno de los hechos más determinantes sería implementar la cultura del diagnóstico etiológico en infección respiratoria, tanto en atención primaria, como en el ámbito hospitalario, lo que aportaría grandes beneficios frente a la gripe.

En la misma línea, Luis Urbitztondo, jefe del Servicio de Medicina Preventiva de la Secretaría de Salut de la Generalitat de Catalunya, puso el acento en la falta de sensibilización de los profesionales. “Hay que ver por qué —indicó— si por las características de la vacuna, la baja percepción de la enfermedad y por todo lo que corre sobre que es un interés de la industria con una Administración cómplice. Hay que enseñar más y mejor”.

Frente a la tasa media de vacunación, las cifras en los centros geriátricos de Castilla y León, cuyo director general de Salud Pública, Agustín Álvarez, participó en el encuentro, son inspiradoras. Un 91 por ciento, incluso un punto por ciento más que en la campaña del año pasado, matizó. “Tenemos que plantearnos por qué los residentes tienen esas tasas, al igual que en la cobertura vacunal infantil, cuando van al pediatra”, alertó.

Un punto en el que también coincidió Jorge Hinojosa, gerente de la Alianza General de Pacientes. “Las noticias que llegan sobre la gripe tienen más que ver con la enfermedad que con la prevención, llegamos tarde”, puntualizó. Asimismo, destacó las buenas tasas de vacunación entre profesionales en la Comunidad Valenciana, donde es obligatorio. “Sería triste, pero vemos que es lo más eficaz”, remarcó.

Formar a profesionales ‘friendly’

Sobre este aspecto, José Carlos Vicente, director general de Salud Pública de Murcia, admite que el compromiso de los profesionales parte de la voluntariedad, aunque “hay que entender que están en entidades y allí debe ser un requisito”. En su comunidad autónoma, una de las claves es la formación de los sanitarios, con seminarios específicos que proporcionan argumentos para que sean ‘friendly’ con el tema vacunal y puedan entender y favorecer la concienciación de la población. “Es un colectivo clave, deben ser aliados”, sentenció.

Por su parte, Santiago Cuellar, responsable del Departamento de Acción Profesional del Consejo General del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (Cgcof), subrayó como elemento importante la percepción de escasa gravedad del virus de la gripe. “Hay que insistir en enseñar sobre una enfermedad potencialmente grave, que puede generar numerosas complicaciones especialmente en la población de riesgo”, indicó. En su opinión, las campañas ponen el acento de tal modo en las poblaciones de riesgo que puede dar lugar a que quienes no tienen determinadas patologías piensen que a ellos no les tocará, según advirtió.

Una idea en la que también profundizó Francisco Javier Pastor, coordinador del proyecto Avatar de la Asociación de Enfermería Comunitaria. Según sus palabras, “la concienciación es la tarea pendiente, trabajando desde las etapas más tempranas y fuera del ámbito sanitario, también en colegios, etc. Debe ser algo general y tratarse en la población sana”. El portavoz de enfermería recalcó que si los mensajes se dirigen solo a población de riesgo, es fácil pensar que es algo muy selectivo.

Otra tarea pendiente, en opinión de los participantes, es mejorar la coordinación entre todos los agentes que intervienen en este proceso. César Velasco, director de Innovación Asistencial del Hospital Vall d’Hebrón, destacó que a lo largo del territorio hay campañas de vacunación muy distintas, a veces de carácter regional, otras dentro de un área de primaria u hospital y que puede llegar a ser contraproducente. “A nivel de comunicación y de campañas hay mucha evidencia de cómo gestionarlas para que funcionen: hay centros con campañas específicas muy buenas. Hay ejemplos de cómo se puede hacer, pero no se utilizan y esto es algo en lo que hay que trabajar”, añadió.

Fallos en la cadena de transmisión

Por otra parte, Pedro Alsina, responsable de Relaciones Institucionales de Sanofi Pasteur, destacó el objetivo del ministerio de alcanzar una tasa de vacunación del 65 por ciento en mayores de 65 años, “aunque algo se rompe en la cadena de transmisión porque las tasas de vacunación serán similares a las de la campaña anterior. El compromiso del personal sanitaria sigue siendo clave para la mejora de estas tasas de vacunación”, indicó.

Para finalizar Esther Redondo, coordinadora de Actividades Preventivas de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), destacó que el mensaje principal es que se vacune la población. “Hay que unir fuerzas para que el mensaje sea: vacúnese siempre. Es lo mejor que tenemos”.


Diagnóstico
Consideran determinante implementar la cultura del diagnóstico etiológico en infección respiratoria



Obligatorio en sanitarios
Comunidades autónomas como Valencia, en la que es obligatorio, ofrecen buenas tasas entre profesionales