GM Barcelona | viernes, 07 de octubre de 2016 h |

El Servicio de Radiología del Hospital Universitario Vall d’Hebron ha incorporado un TAC infantil de última generación, que reduce la radiación hasta un 80 por ciento, manteniendo la calidad de la imagen. El TAC y las salas del Servicio de Radiología han sido decoradas con vinilos ambientados en el espacio, en el marco del proyecto Imatgina, un concepto avanzado de humanización en radiología pediátrica para mejorar la experiencia de los niños ante las pruebas diagnósticas. El proyecto es resultado de la colaboración entre la Fundación Philips, la Fundación CurArte y el Servicio de Radiología del Hospital, y es el primero en incorporar de manera integrada tres elementos: ambientación, educación y “gamificación”.

Manel Escobar, director clínico del Servicio de Diagnóstico por la Imagen del Hospital Vall d’Hebron, explica que “las indicaciones para realizar un TAC en niños son muy estrictas porque tienen más años por delante para acumular radiación y, por lo tanto, más riesgo de sufrir cáncer”. No obstante, con el nuevo dispositivo, el facultativo asegura que “podremos reducir considerablemente la dosis de radiación, aportando mayor seguridad a los pacientes pediátricos”.

En concreto, el TAC es el modelo iCT 256 de Philips que permite, mediante la denominada tecnología de “reconstrucción iterativa”, ser utilizado en las pruebas pediátricas. Su calidad y precisión en la imagen no había sido vista hasta ahora, utilizando protocolos “de ultrabaja dosificación”, cercanos a los de una simple radiografía de tórax. El nuevo TAC se ha instalado en el Hospital Materno Infantil para no tener que trasladar a los pacientes menores al Hospital General y poder recrear un ambiente que mejore la experiencia de los usuarios. Aún así, el TAC funcionará las 24 horas, y también será utilizado por pacientes adultos.

El proyecto Imagitna se basa en educación, “gamificación” y ambientación, establecidos tras consultar las opiniones de familias y profesionales. Desde su puesta en marcha, el proyecto ha conseguido reducir en un 75 por ciento las sedaciones a los pacientes pediátricos.