Hace una semana, este periódico resaltaba la disyuntiva que se le abría a Ciudadanos en la Asamblea de Madrid: unirse al bloqueo de PSOE y Podemos o dar una oportunidad al proyecto de Ley de Farmacia. Siete días después, la elección está clara: “C´s está alejado del frentismo, también en lo sanitario”. Con esta frase cerró Enrique Veloso, portavoz de Sanidad, la puerta a la devolución del texto y abrió la ventana del consenso a través de enmiendas parciales. Se abre un periodo que pondrá a prueba la voluntad de los grupos de acercar posturas en torno al proyecto. Desde luego, si por algo se ha caracterizado su tramitación hasta ahora, ha sido por todo lo contrario.
Esta idea rondó todo el discurso de Ciudadanos, que tuvo reproches para todos. Empezó con el Gobierno y el grupo popular. “Han hecho un texto legal a puerta cerrada, y aunque han invitado a todos a participar en la elaboración, casi no han incorporado cambios al anteproyecto de ley”, dijo. Siguió con Podemos y PSOE, grupos que, según C´s, “se han limitado a presentar enmiendas a la totalidad sin presentar texto alternativo”.
El periodo que ahora comienza da pie a las diversas demandas de Ciudadanos. Pide “responsabilidad” al Ejecutivo y al grupo popular. “Esta ley —dijo Veloso— está generando un conflicto entre distintos colectivos profesionales. Busquen soluciones en lugar de culpables”. A la oposición le pide que aclare “cuál es el modelo de oficina de farmacia” que quieren en Madrid.
Las palabras aquí fueron especialmente dirigidas al PSOE, a quien acusó de defender distintos modelos según la comunidad autónoma. “En Andalucía, los servicios farmacéuticos profesionales están incorporados en su Ley de Farmacia de 2007. Tienen un artículo de protocolos de dispensación a domicilio de medicamentos, cuyos requisitos serán establecidos por la Consejería de Salud. ¿Me está diciendo que sus compañeros de Andalucía llevan más de 10 años con una regulación que [ustedes] no comparten? El PSOE ha perdido una gran oportunidad para explicar el modelo de farmacia que quieren para la Comunidad de Madrid”, denunció Veloso.
Entramos en el otro gran capítulo del debate: la necesidad de la Ley de Farmacia, con acento en la Atención Farmacéutica Domiciliaria (AFD). El consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, no entró en el asunto más espinoso del proyecto, pero fue claro en relación a su necesidad: la actividad de la farmacia ha cambiado en los 20 años que han pasado desde que se aprobó la ley en vigor. Era precisa una actualización que reforzara el papel asistencial de las farmacias y garantice una asistencia “pública, eficaz, racional, sostenible y adaptada plenamente a las necesidades de los ciudadanos”. Con él coincide C´s: “La ley —dijo Veloso— está obsoleta y no responde a las necesidades de los pacientes”.
La visión es distinta para PSOE y Podemos. “Hay otras prioridades antes que poner a las farmacias competencias que el SNS no está alcanzando a hacer por culpa de los recortes y además poniendo como excusa la vulnerabilidad de los pacientes, cuando el principal problema de los pacientes a la hora de mantener su adherencia se llama copago”, señaló Mónica García, portavoz de Podemos. El argumento del PSOE es que el marco jurídico de la farmacia española viene de la ley estatal. “El cambio que necesita la farmacia no es de leyes, sino de una política que implica servicios de AP y un planteamiento que ha estado fuera de su radar. Con esta ley no se arregla ningún problema; es más, se crearían algunos”, aseguró el portavoz de Sanidad, José Manuel Freire, en relación a la AFD.