Sin voto —una acción que debe reservarse a diputados y senadores, por su citada condición—, pero sí con voz. La Real Academia Nacional de Farmacia (RANF) entró de pleno el pasado 21 de junio en la agenda de Congreso y Senado, a las que pudo expresar cuales son las actuales preocupaciones, y ocupaciones, del humanismo farmacéutico en materia sanitaria.
Este protagonismo tuvo lugar a través de la celebración del IV Encuentro de diputados y senadores con las Reales Academias Nacionales de Medicina y Farmacia, una suerte de networking entre académicos con los representantes de las formaciones políticas en las Comisiones de Sanidad de ambas Cámaras. La vacunación —y, en concreto, los falsos mensajes en torno a ella— el nuevo paradigma sociosanitario o la colaboración entre instituciones fueron algunos de los asuntos abordados por políticos y humanistas.
Por ejemplo, Margarita del Val, investigadora del CSIC y académica de la RANF, pidió “sensibilidad” a los miembros de las Comisiones de Sanidad de Congreso y Senado para que la vacunación llegue a todos los colectivos vulnerables, así como acabar con la “desconfianza e incertidumbre” que genera la disparidad de calendarios autonómicos en vacunación infantil. Asimismo, frente a los movimientos anti-vacunas, el presidente de la RANF, Mariano Esteban, recordó que “la OMS deja claro que la vacunación es la mejor estrategia en la prevención de enfermedades”.
Otro de los asuntos tratados en este IV Encuentro entre políticos y académicos fue la necesidad de implantar estrategias que fomenten un “paciente informado” que cumpla sus tratamientos y ahorre recursos al sistema. También el papel que juegan las farmacias comunitarias en este fin. “Un paciente que no entra a la farmacia y que no se informa en ella es un paciente que tiene más posibilidades de visitar un servicio de Urgencias”, destacó el académico de Número de la RANF, Juan Tamargo.
¿Y los representantes políticos? Por ejemplo, Antonio Alarcó, portavoz de Sanidad del PP en el Senado, alabó a las Reales Academias sanitarias “como bases del humanismo activo” y recordó que “la fórmula de las Reales Academias españolas se envidia en Europa”. Respecto a la colaboración entre instituciones, Alarcó abogó por “no hacer política con la Sanidad sino política sanitaria”.
Por su parte, Jesús María Fernández, portavoz de Sanidad del PSOE en el Congreso de los Diputados, centró su intervención en un tema conciso como es la formación a los profesionales sanitarios, al margen de la polémica sobre la tributación: “Las instituciones debemos asumir esa formación; nos hemos acostumbrado a que sean terceros quienes se encarguen de la formación a nuestros profesionales sanitarios”, dijo.
Mientras, Francisco Igea, portavoz de Sanidad de Ciudadanos en el Congreso, valoró positivamente que la mayor parte de asuntos tratados en este encuentro “están siendo reivindicados en Congreso y Senado” por su formación. Por su parte, Amparo Botejara (Unidos Podemos) retomó el debate de la vacunación para pedir al Ministerio “que asuma su responsabilidad” en la coordinación de las políticas vacunales.
Y por último, Teresa Angulo, portavoz de Sanidad del PP en el Congreso, pidió “sumar la voz de los pacientes” a las decisiones políticas de promoción y protección de la salud.
