Aprovechar el rol del farmacéutico dentro del nuevo espacio sociosanitario pasa por contar con las herramientas y los datos necesarios para desarollar su trabajo asistencial
| 2017-04-12T09:56:59+02:00 h |

El orgullo y la arrogancia siempre serán obstáculos para el avance, en cualquier ámbito. La terquedad en los planteamientos no ayudan en nada al desarrollo que suponen las estrategias en las que se otorga a la farmacia un papel importante dentro de la nueva estrategia sociosanitaria. Siempre desde el respeto a las competencias y particularidades de cada uno de los agentes que forman parte de esa estrategia se ha de trabajar con la mente abierta y con el convencimiento de que lo que antes valía, puede que no sea tan válido ahora. Que la responsabilidad del farmacéutico está a la altura de la del médico o el enfermero. Cada uno con sus competencias bien regladas y buscando siempre el beneficio del auténtico protagonista del nuevo espacio sociosanitario: el paciente.

No es de extrañar, por tanto, que crezcan las iniciativas que reclaman una mayor implicación del farmacéutico que en muchos casos, pasan porque éste tenga acceso al historial farmacoterapéutico del paciente. Una realidad que ha entrado de lleno en el debate político con diversas proposiciones que se discutirán en el Congreso de los Diputados y el Senado en forma de Proposición No de Ley y de moción de cara a impulsar el acceso seguro de los farmacéuticos a la información relativa a los medicamentos que utiliza el paciente.

En la ‘era de los datos’, de las soluciones tecnológicas, y con la receta electrónica como estandarte, no tiene que resultar nada complicado diseñar una herramienta que permita que desde la farmacia se tenga acceso a los datos necesarios para poder ofrecer una atención eficaz, segura y de calidad. De ahí que las reticencias de unos y otros sobre qué datos se tienen que conocer se pueda resolver con diálogo y manteniendo el foco siempre puesto en las necesidades de los pacientes y no en los intereses particulares de cada uno.

Con todo a favor, solo queda vencer esas reticencias más propias de una situación pasada que de la realidad presente. Pero la integración del farmacéutico como parte clave de la nueva estrategia sociosanitaria pasa por contar con las herramientas y los datos necesarios para el desarrollo de su trabajo asistencial con la mayor de las garantías. Pensar lo contrario o intentar limitar esas necesidades irá en contra de esa realidad que habla de la colaboración de todos para edificar un Sistema Nacional de Salud sólido, solidario y sostenible.