Uno de los objetivos más ambiciosos de la Unión Europea es lograr ser climáticamente neutral para 2050. Una estrategia que, tal y como apunta Teresa Ribera, vicepresidenta tercera del Gobierno, ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y vicepresidenta europea para la Transición Limpia, Justa y Competitiva, implica una descarbonización de la industria.

«No hay competitividad europea si no ponemos en marcha el motor verde: la descarbonización y el uso eficiente de los recursos, teniendo en cuenta los cambios que se están produciendo ya; todo esto es clave para garantizar que seamos capaces de actualizar la forma en la que producimos, fabricamos y consumimos», ha señalado Ribera en la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria del Parlamento Europeo (ENVI), donde ha presentado el Pacto Industrial Limpio, aprobado el pasado 26 de febrero. Un pacto que «nos da una vía por la que avanzar y transformar la industria tradicional, pero también nos permite apostar por la industria más moderna y eficiente del mundo», según la vicepresidenta europea.

Objetivos del Pacto Industrial Limpio

En este sentido, Ribera ha asegurado que Europa «necesita una transición justa y limpia». Y el Pacto para la industria limpia «garantiza este enfoque y que todas las políticas se alineen». En concreto, persiguen tres objetivos principales: el uso eficiente de los recursos, la descarbonización de la industria y la fabricación con energías limpias.

«No podemos perder la oportunidad de crear nuevos sistemas con energías limpias ni renunciar a mercados: los fabricantes quieren que existan productos limpios europeos para vender ese modelo de negocio e invertir con confianza en Europa», ha expuesto la vicepresidenta. Del mismo modo, ha instado a la necesidad de «aprovechar de forma óptima los recursos limitados que están a nuestra disposición y utilizarlos para crear relaciones de partenariado con otras economías» o «velar por una igualdad para todos», así como «disponer de una mano de obra bien formada, garantizando la innovación y la capacidad de desarrollarse».

«El acceso a una buena energía es clave para la competitividad europea», ha declarado Ribera, quien ha apuntado a acelerar la transición energética, «pasando de un modelo de combustibles fósiles importados a otro de energías verdes, limpias y más asequibles«. «No hemos alcanzado nuestros objetivos, pero estamos bien encarrilados», ha aseverado.

Asimismo, ha indicado que la descarbonización es crucial para que las tecnologías limpias se puedan beneficiar de las economías de escala y para que pueda emerger una cadena de suministro adecuada. «Apostar por un Pacto para la industria limpia también es invertir en una mayor innovación y transición verde«, ha asegurado Ribera. Pero, para poder lograr todos estos objetivos que plantea el Pacto Industrial Limpio, la vicepresidenta ha señalado que se necesita «actuar a nivel internacional«.

Ley de economía circular

Por otro lado, Ribera también ha mencionado que se aprobará una Ley de economía circular, «aprovechando el mercado único, mejorando la disponibilidad de recursos clave, con más innovación y buenas condiciones». En este aspecto, César Luena, eurodiputado de S&D, ha señalado que le gustaría contar con «objetivos claros de reducción del uso de recursos y un compromiso firme con la circularidad de materiales libres de sustancias tóxicas«. A su vez, Luena ha defendido el programa LIFE, la necesidad de presentar los objetivos climáticos para 2040 junto con el Pacto Industrial Limpio o el enfoque sostenible en relación con los algoritmos y la inteligencia artificial (IA).

Por su parte, la vicepresidenta del Partido Popular Europeo (PPE), Dolors Montserrat, ha criticado que hay dos Ribera: «la ministra española que demonizaba la energía nuclear y la comisaria europea que la impulsa». «La energía nuclear es limpia, segura y barata«, ha asegurado Montserrat, quien se ha preguntado «cuándo la Ribera comisaria exigirá a España ampliar la vida de nuestras centrales nucleares».

Y, en este sentido, Christophe Clergeau, eurodiputado de S&D, ha puntualizado que «por una vez que la Comisión Europea nos propone una estrategia industrial deberíamos aplaudirla, acompañarla y ayudar a mejorarla y aplicarla«. «Lo que consigue la competitividad es el acceso a los recursos y a la energía», ha recalcado.