El pasado mes de diciembre el Consejo de Administración de la compañía ROVI daba el visto bueno al plan director que regirá sus actuaciones en materia de ESG (medioambiente, social y gobernanza, por sus siglas en inglés) en los próximos tres años.

El documento recoge de forma transparente el compromiso con los grupos de interés para la compañía, en línea con la política de sostenibilidad de ROVI y también con los principios que rigen la misión, la visión y los valores de esta compañía.

El plan director traza un total de 19 objetivos estratégicos en esta materia que se concretan en 43 indicadores de seguimiento. Todo ello ha sido perfilado por el departamento de ESG de Rovi, en colaboración con los responsables de las distintas áreas de la compañía.

Mediante la creación de un Comité de ESG, en este plan se perfilan los procesos que se llevarán a cabo con el objetivo de monitorizar los indicadores de seguimiento del plan. Además, el Consejo de Administración será informado con carácter anual sobre los progresos alcanzados.

Para dibujar este plan, el punto de partida ha sido un análisis de doble materialidad llevado a cabo también a lo largo del ejercicio de 2022. Este tipo de análisis está en auge en el terreno de la sostenibilidad y permite evaluar la interacción compañía y entorno en una doble dirección. Por un lado, analizando cómo el entorno impacta en la compañía y, por otro, observando la manera en la que las actividades de la misma afectan al ecosistema en el que opera.

Junto a este análisis, se han tenido en cuenta los aspectos ESG evaluados por las agencias de rating o la regulación existente y futura, entre otras múltiples variables.

Cinco áreas prioritarias

El resultado es un ambicioso plan que se centra en cinco áreas prioritarias.

La primera de ellas es aspirar a ser un referente de gobernanza comprometida con la sostenibilidad. Los objetivos aquí consisten en impulsar la sostenibilidad en el modelo de un gobierno corporativo e implementar una gestión eficiente de los riesgos ESG. Además de garantizar la calidad y fiabilidad de información no financiera o promover las buenas prácticas de conducta ética y cumplimiento, entre otros.

La segunda área prioritaria se encamina a apostar por una gestión sostenible frente a los retos ambientales globales, entre los que citan la lucha contra el cambio climático, la promoción de la economía circular y la gestión eficiente del agua. En este punto, se fijan como objetivos alcanzar la neutralidad climática, integrar la circularidad en las actividades y la gestión de recursos y promover la gestión sostenible del agua.

En tercer lugar, la compañía aspira a situarse como un actor clave en el cuidado de las personas e integración de talento especializado y diverso. En este punto contempla seis objetivos entre los que destacan el de garantizar la seguridad y el bienestar de los empleados, velar por la igualdad, promover programas de acceso al medicamento o asegurar y retener el talento.

La cuarta área prioritaria pasa por impulsar la gestión responsable de la cadena de suministro, garantizando los estándares éticos y ambientales en cada uno de los eslabones. Como objetivos aquí se sitúan el de promover el alineamiento de los proveedores con las políticas de sostenibilidad de la compañía e implementar procesos de debida diligencia en sostenibilidad en la cadena de valor.

Por último, subraya como un área estratégica la promoción de las actividades de I+D+i mediante el establecimiento de alianzas con actores clave. Los objetivos en este punto son establecer y renovar alianzas estratégicas, incrementar la inversión en I+D y fomentar la transparencia de resultados en los ensayos clínicos.


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