Carpa de Mensajeros de la Paz.

La Fundación Mensajeros de la Paz está desarrollando su labor humanitaria en la emergencia de Ucrania con la ayuda de la Fundación AMA. Su presidente, Diego Murillo, hacía entrega recientemente al fundador de la ONG, el Padre Ángel, de un cheque que acreditaba la donación de un millón de euros destinados al programa de ayuda de emergencia que la organización ha puesto en marcha con el objetivo de atender a los refugiados que están huyendo de Ucrania y también dentro del país. Por este gesto, Mensajeros de la Paz ha destacado la generosidad del doctor y presidente de la fundación de la aseguradora.

Gracias a estos recursos, la ONG del Padre Ángel ha instalado una carpa de ayuda en la emergencia dentro de la propia Ucrania, mientras Rusia redobla los ataques más allá de Kiev, destruyendo otras ciudades ucranianas.

La carpa se encuentra en Chernovtvi, a 20 metros de un refugio, y está equipada con cocina, comedores y colchones. La fundación estima que empezará a dar unas mil comidas diarias en cuanto se produzca en la zona una nueva avalancha de personas que no han podido dejar el país.

Nieve en Suceava

Mensajeros de la Paz se trasladó a las fronteras de Ucrania a finales de febrero, cuando se produjo la invasión rusa. Desde entonces, sus cooperantes están trabajando en el paso fronterizo de Siret y el de Suceava, por el que calculan que ya han visto abandonar el país a unos 200.000 ucranianos.

El grueso de los que huyen son mujeres y niños, puesto que los hombres de entre 18 y 60 años tienen prohibido dejar Ucrania, movilizados en los combates. También algunas mujeres han escapado solas, como Natalia, que tiene 70 años y cuenta que abandonó Kiev obligada por su hijo mayor.

Al entrar en Rumanía, los bomberos han trasladado a Natalia en una furgoneta a un centro de FRONTEX, que le ha facilitado la documentación para continuar la ruta. De ahí ha pasado, bajo la nieve y las bajas temperaturas, a refugiarse en el polideportivo de primera acogida de Mensajeros de la Paz, con duchas, baños, colchones y comida y bebida calientes. Arropada con una manta, explica que tiene familia en Italia, por lo que se trasladará con Mensajeros a uno de sus hoteles en Oradea, y desde esta ciudad rumana ocupará una plaza en uno de los autobuses de la organización, con destino a Milán. Como el que llegó el pasado viernes, 11 de marzo, a Madrid desde Siret, con 40 mujeres y 15 niños.

Mensajeros de la Paz realiza esta labor a través de la alianza en el terreno con la ONG Remar, su compañera en emergencias en Europa.


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