La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27), que comenzó el 6 de noviembre y finalizará el 18 de noviembre, tiene, como objetivo principal, “garantizar la plena aplicación del Acuerdo de París”.
Y sobre objetivos principales se ha pronunciado la Organización Mundial de la Salud (OMS), quien asegura que la salud debe ser el foco de esta Conferencia, y añade que la crisis climática “sigue provocando enfermedades y poniendo en peligro la vida de las personas”.
La OMS ha considerado que la conferencia debe concluir con avances respecto a los objetivos clave de mitigación, adaptación, financiación y colaboración para hacer frente a la crisis climática.
Esta Conferencia se celebra en un contexto de falta de ambición para frenar las emisiones de gases de efecto invernadero. Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU, las emisiones de CO2 deben reducirse en un 45 por ciento para 2030 para cumplir el objetivo del Acuerdo de París de limitar el aumento de la temperatura a 1,5 grados centígrados para finales de este siglo.
En su discurso de apertura de la COP27, el secretario ejecutivo de ONU para el Cambio Climático, Simon Stiell, pidió a los gobiernos que se centraran en tres áreas críticas en la COP27. La primera es un cambio hacia la aplicación del Acuerdo de París y la conversión de las negociaciones en acciones concretas.
La segunda es consolidar los avances en las importantes líneas de trabajo de mitigación, adaptación, financiación, y pérdidas y daños; y la tercera es mejorar los principios de transparencia y responsabilidad en todo el proceso de cambio climático de la ONU.
Visión de la OMS
“El cambio climático está haciendo que millones de personas enfermen o sean más vulnerables a las enfermedades en todo el mundo, y la creciente destructividad de los fenómenos meteorológicos extremos afecta de manera desproporcionada a las comunidades pobres y marginadas”, ha señalado Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, quien además ha añadido que es “crucial” que los líderes y los responsables de la toma de decisiones “se reúnan en la COP27 para situar la salud en el centro de las negociaciones”.
La OMS ha asegurado que la salud depende de los ecosistemas que nos rodean, y estos ecosistemas “están ahora amenazados por la deforestación, la agricultura y el rápido desarrollo urbano”.
“La invasión cada vez mayor de los hábitats animales está aumentando las oportunidades para que los virus perjudiciales para el ser humano hagan la transición desde su huésped animal. Entre 2030 y 2050, se espera que el cambio climático provoque unas 250.000 muertes más al año por malnutrición, paludismo, diarrea y estrés térmico”, ha afirmado la Organización en un comunicado.
A pesar de estas declaraciones, la OMS ha destacado que hay “lugar para la esperanza”, sobre todo si los gobiernos “toman medidas ahora para cumplir los compromisos contraídos en Glasgow en noviembre de 2021”.
Medidas necesarias
La OMS también ha pedido a los gobiernos que lideren una eliminación progresiva, equitativa y rápida de los combustibles fósiles y la transición a un futuro energético limpio, ya que esto “representaría una de las contribuciones más significativas a la mitigación del cambio climático”.
“La política climática debe situar ahora la salud en un lugar central y promover políticas de mitigación del cambio climático que aporten simultáneamente beneficios para la salud”, ha indicado la OMS, y ha añadido que una política climática centrada en la salud “ayudaría a conseguir un planeta con un aire más limpio, agua potable y alimentos más abundantes y seguros, sistemas de protección sanitaria y social más eficaces y justos y, en consecuencia, personas más sanas”.
Respecto a la inversión en energías limpias, la Organización ha asegurado que “producirá beneficios para la salud que duplicarán con creces la inversión realizada”.
“Existen intervenciones de eficacia probada capaces de reducir las emisiones de contaminantes climáticos de vida corta”. Como ejemplo de estas medidas, la OMS ha puesto la aplicación de normas más estrictas para las emisiones de los vehículos, que según los cálculos puede salvar aproximadamente 2,4 millones de vidas al año gracias a la mejora de la calidad del aire y reducir el calentamiento mundial en unos 0,5 °C para 2050. “El costo de las fuentes de energía renovables ha disminuido considerablemente en los últimos años, y la energía solar es ahora más barata que el carbón o el gas en la mayoría de las grandes economías”, ha finalizado la Organización en su comunicado.