La sanidad española se encuentra en un punto crítico. Retos como el envejecimiento de la población, el aumento de enfermedades crónicas y la dependencia están tensionando un sistema de salud que necesita movilizar todos los recursos disponibles para garantizar una atención de calidad. Y ahí, los farmacéuticos, en nuestras diferentes modalidades de ejercicio, jugamos un papel esencial, porque somos profesionales cercanos y accesibles que ofrecemos soluciones rápidas, prácticas y sostenibles que contribuyen al bienestar de los ciudadanos.

Estamos demostrando esta capacidad con programas e iniciativas de salud que refuerzan la prevención, el diagnóstico precoz y la promoción de hábitos saludables. Es imprescindible consolidar e integrar estas acciones en el sistema sanitario para que tengan el mayor impacto en beneficio de la población.
En el último año, los farmacéuticos madrileños hemos dado pasos importantes. El desarrollo reglamentario de la Ley de Ordenación y Atención Farmacéutica de la Comunidad de Madrid está sentando las bases para poner en marcha servicios esenciales para la población, como la atención farmacéutica domiciliaria y los sistemas personalizados de dosificación (SPD). Son servicios que están dirigidos a pacientes vulnerables con dificultades de acceso y a pacientes crónicos y polimedicados que nos van a permitir mejorar el cumplimiento de los tratamientos.
Además, hemos impulsado proyectos innovadores de continuidad asistencial en pacientes con VIH, facilitando su acceso a la medicación y mejorando la coordinación entre profesionales sanitarios.
Hemos avanzado en el uso seguro de medicamentos con la herramienta de bloqueo cautelar del sistema de receta electrónica, logrando más de 9.000 intervenciones que previenen errores y mejoran la seguridad de los tratamientos (más de un 25% de las intervenciones son sobre riesgos potenciales para los pacientes), en un claro ejemplo de colaboración con los prescriptores y entre distintos niveles asistenciales.
Por otro lado, hemos salido al encuentro de los ciudadanos con campañas como Aquí hay un farmacéutico… en marcha, que ha recorrido ocho municipios madrileños, realizando más de 1.300 pruebas de salud y acercando los servicios de prevención y cuidado de la salud que las farmacias ofrecen a la población. Se trata de una muestra más de cómo la farmacia puede contribuir a la prevención y complementar a la atención primaria.
Avanzamos para estrechar la colaboración con otros niveles asistenciales, porque somos conscientes de que la labor asistencial de los farmacéuticos, y en particular de la red de farmacias, puede aliviar la saturación de la atención primaria, donde los tiempos de espera media rondan los diez días para ser atendido. Modelos que impulsen el abordaje de los síntomas menores por parte de los farmacéuticos, como ocurre en otros países, serían una posible solución a esta sobrecarga.
Queremos también implicarnos de una forma más efectiva en las estrategias de salud pública. Las farmacias españolas participan en cribados como los del cáncer de colon o la EPOC para ampliar la prevención y la detección precoz que evite problemas de salud mayores y sobrecostes.
Igualmente, podemos ir más allá en los programas de vacunación, tal y como han hecho los países de nuestro entorno, que han buscado el apoyo de sus farmacias para mejorar, con éxito, sus tasas de vacunación y llegar a personas que no acuden a los centros de salud.
Estamos también respondiendo a retos sociales como la soledad no deseada. El 13% de los mayores de 65 años en Madrid sufre soledad no deseada y las farmacias actúan como “antenas sociales”, detectando vulnerabilidades y coordinando una respuesta con los ayuntamientos y los agentes sociosanitarios para ofrecer soluciones a estas personas.
Especialmente importantes son todo este tipo de servicios y la labor farmacéutica en el medio rural, donde la farmacia comunitaria es prácticamente el único establecimiento sanitario abierto a la población 24 horas/365 días al año. De los siete millones de habitantes de la Comunidad de Madrid, apenas el 0,02% no dispone de farmacia en su municipio, lo cual tiene un valor incalculable. Por eso, en 2025 también realizaremos acciones destinadas a visibilizar aún más este pilar de nuestro modelo de farmacia.
En definitiva, la profesión farmacéutica viene generando evidencia científica desde hace tiempo de su capacidad y su disposición para ser parte de la solución a los grandes desafíos sanitarios y sociales de la actualidad. Trabajamos para que 2025 sea un año en el que avancemos aún más de forma clara en los objetivos que nos hemos marcado, que solo buscan dar respuestas eficaces a las necesidades de salud de los ciudadanos. Tenemos conocimientos, disposición, marco legal y aceptación por parte de la población. Es, por tanto, el momento de la Farmacia.
Manuel Martínez del Peral es presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM).