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Juan Pablo Ramírez Madrid | viernes, 15 de diciembre de 2017 h |

Las células T CAR han supuesto una revolución en la hematología. La Agencia del Medicamento de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) ya ha aprobado la utilización de esta terapia para el tratamiento de la leucemia linfoblástica aguda y linfomas de estirpe B. “Son resultados muy prometedores y en algunos casos espectaculares porque se han ensayado en pacientes que eran resistentes a todos los tipos de tratamiento, incluso algunos de ellos que habían recaído después del trasplante de médula ósea de un donante. También han resultado eficaces en pacientes con resistencia a la quimioterapia. En situaciones muy adversas en las cuales el pronóstico no superaba los seis meses, se consiguen remisiones completas sin enfermedad perceptible a medio largo plazo. La mayoría de los ensayos tienen un seguimiento de alrededor de los dos años, pero hay algún paciente que se trató hace cinco años y que se trató bien”, señala en una entrevista el presidente de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH) y jefe del Servicio de Hematología del Hospital Universitario de la Santa Creu i Sant Pau, Jorge Sierra.

Remisiones completas

Los mejores resultados se han obtenido en leucemia linfoblástica aguda de línea B “con alrededor de un 85 por ciento de remisiones completas, que se mantienen al cabo de un año en el 60 por ciento de los pacientes”. En el caso de los linfomas, también de estirpe B, “se obtienen respuestas completas en alrededor del 40 por ciento de los pacientes”, añade el hematólogo.

Existen otros ensayos clínicos en marcha con esta terapia, como en “enfermedad de Hodking resistente, en linfomas T y en leucemia mieloide aguda”, añade Sierra.

Tras los éxitos conseguidos, la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia ha impulsado un grupo de trabajo para investigar este tipo de terapias. Se han implicado hematólogos, inmunólogos y oncólogos de los hospitales de Sant Pau de Barcelona, del 12 de Octubre y de La Paz de Madrid. “Se está buscando financiación para hacer un ensayo clínico en estos hospitales y en otros que se incorporen al proyecto”.

Además de la inmunoterapia, los hematólogos cuentan con dos herramientas más para la lucha contra los tumores de la sangre. Por un lado la terapia dirigida a dianas moleculares y por otro a trasplantes. “La terapia de precisión la implementó por primera la vez la hematología con el tratamiento de la leucemia promielocítica aguda, con ácido all-trans retinóico (atra), y con imatinib en la leucemia mieloide crónica. De ahí ha pasado a otras especialidades. También la inmunoterapia fue pionera con la introducción de los anticuerpos monoclonales como terapia de los linfomas”.


Jorge Sierra:
“En situaciones en las que el pronóstico no superaba los 6 meses, se logró una remisión completa”