CARMEN M. LÓPEZ Madrid | viernes, 21 de septiembre de 2018 h |

La oncología y la medicina de precisión están más próximas que nunca. A día de hoy no es posible hablar de ‘la una sin la otra’. Este “cambio de paradigma” —del que todo el mundo habla— se ha convertido en el foco de atención de todo el sector, ya que los cambios en el modelo de abordaje están sirviendo de guía a otras patologías.

Josep Tabernero, presidente de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO, por sus siglas en inglés), abordó durante la VII Edición de los Premios ECO, los retos de futuro y las oportunidades en la oncología médica europea.

La biología del tumor

Cada vez más los tumores no se definen por su origen, sino por su genética y características moleculares. Por tanto, definir con mayor precisión los diferentes subtipos moleculares es clave a la hora de tomar las decisiones más adecuadas en el tratamiento.

En la actualidad, el modo de hacer los ensayos clínicos en este contexto ha cambiado. Como recordó Tabernero, resultan fundamentales los estudios conocidos como basket (cesta) o umbrella (paraguas), dos maneras novedosas de hacer avanzar la medicina personalizada. Precisamente, el criterio de inclusión de los pacientes en estos estudios es la presencia de una alteración genética para la que existe un fármaco, independientemente del tipo de tumor que tienen. Una vez dentro del ensayo, los pacientes se distribuyen para su análisis en “cestas”, ahora sí, ya determinadas por el tejido o el órgano de origen.

Desarrollo de la biopsia

El oncólogo explicó que una de las dificultades que entraña este nuevo modelo es la heterogeneidad molecular, ya que es un proceso dinámico. Por ello, avances como la biopsia líquida, que permiten analizar el ADN circulante tumoral es una herramienta fundamental.

A través de ella, es posible detectar las alteraciones genómicas emergentes que progresan con los fármacos tradicionales, lo que permite guiar nuevas estrategias de desarrollo de nuevos fármacos.


Avances como la biopsia líquida son a día de hoy una herramienta fundamental en el abordaje del cáncer


Tabernero señaló también el importante papel que está jugando la investigación en este campo y avisó de que aunque en España “no tenemos buenas estadísticas de resultados clínicos, no lo hacemos tan mal”. A su juicio, el reto más inmediato, aparte de disminuir la incidencia y mejorar el diagnóstico, es introducir la medicina personalizada. ¿Cómo? “Lo primero es entender la enfermedad: no podemos curar lo que no podemos entender”, explicó.

En los últimos tiempos, se ha dado un avance en el conocimiento y en los mecanismos del cáncer y, en definitiva, en todo lo que supone el abordaje holístico de la enfermedad.

Cambios en el conocimiento

Hasta hace unos años, el conocimiento de las células era limitado, sin embargo, la auténtica revolución, a su juicio, ha sido entender los mecanismos de las células y su capacidad de crecer y reproducirse así como trasladarse hasta hacer la metástasis. “Esto ha dado una oportunidad a muchos tratamientos”.

Asimismo, desde el primer proyecto genoma humano en 2003 los cambios se han ido sucediendo. “Al principio solo queríamos saber la estructura del genoma; más tarde entender la biología del genoma (2004-2010) para posteriormente entender la biología de la enfermedad”. Ahora, explica Tabernero, la investigación se está centrando en cómo trasladar todo este conocimiento a la ciencia de la medicina y a la eficiencia de la población. “Es un esfuerzo titánico de muchos consorcios”, apuntó.


ESMO trabaja en potenciar los modelos de reembolso diferencial basado en las realidades geográficas


Y llegamos al acceso…

A nivel de investigación, Tabernero volvió a remarcar que España está “francamente bien”. Actualmente, el foco está puesto en los estudios fase 1 y 2. “Esto tiene un impacto en la sostenibilidad del sistema”. En este sentido, ¿cómo contribuye España a las métricas de la investigación? “España está en el puesto 12. Necesitamos más recursos para la investigación”, aseveró.

En este punto, Tabernero explicó que para ESMO el acceso y la sostenibilidad son un mismo pilar básico. “Los costes en el tratamiento del cáncer no paran de crecer”. En su opinión, la realidad es que las autoridades regulatorias aprueban el tratamiento pero el acceso al reembolso se ralentiza. “Hemos detectado que los países con mayor mortalidad europea son los países que tienen más problemas de acceso”, apuntó.

De todo el control del cáncer: programas de planificación, diagnóstico, tratamiento… “los fármacos suponen alrededor del 27 por cien en Europa, y en España el 32 por ciento”. En este sentido, a través de los comités que la sociedad europea tiene en marcha se está contribuyendo a impulsar modelos de reembolso diferencial basados en las realidades geográficas.