Esther Martín del Campo Madrid | viernes, 27 de enero de 2017 h |

El Programa Altomedicamentos es una de las iniciativas en e-salud que quedó entre los finalistas de la última edición de los Premios Best in Class. Se trata de una base de datos, impulsadadesde el Servicio de Farmacia Hospitalaria del Hospital Nacional de Parapléjicos, en Toledo, que proporciona información relevante sobre fármacos para ayudar en la detección de errores y la mejora de los tratamientos.

Pregunta. ¿Cómo funciona en la práctica vuestro programa altomedicamentos? ¿Qué aporta?

Respuesta. El Programa Altomedicamentos analiza los tratamientos farmacológicos de los hospitales ayudando a detectar errores y mejorar dichos tratamientos. La innovación que representa el proyecto es la integración laboral entre el sanitario y las máquinas inteligentes que deciden sobre la importancia clínica del error o posibilidad de mejora detectada. A este programa acceden los farmacéuticos hospitalarios de España, estamos intentando ampliar a otros países europeos. Este sistema lo que aporta es una gran potencia de búsqueda de errores que a su vez se realiza a alta velocidad (250 pacientes por minuto).

P. Una de las variables se refiere a días alarmantes…

R. Los tratamientos farmacológicos en muchos casos han de tener una duración limitada, y si se exceden los días habituales de duración de tratamiento, el sistema te informa según su relevancia clínica. Por ejemplo, los tratamientos antibióticos o las terapias secuenciales pasando a vía oral lo antes posible. También existen medicamentos en los que una elevada duración está asociada a graves efectos adversos. Es decir, en conjunto se busca la eficiencia y la seguridad de los tratamientos.

P. ¿Cuántos hospitales participan en la actualidad? ¿Se contempla adaptar alguna versión de este programa a los centros de salud?

R. Hasta ahora hemos analizado más de seis millones de tratamientos reales de 50 hospitales (públicos y privados, de 12 comunidades autónomas). Los servicios de farmacia de los hospitales han aceptado muy bien la integración clínica con máquinas inteligentes que toman decisiones clínicas. Estamos intentando trasladar esta experiencia a primaria, dado que es muy fácil seguir farmacológicamente a miles de personas con este sistema, de forma que se pueda actuar sobre ancianos, niños o cualquier patologías específicas de pacientes que están en casa. El futuro pasa por el seguimiento farmacológico de la población por medio de sistemas inteligentes.

P. ¿En qué medida ayuda a ahorrar su implantación?

R. Los eventos adversos asociados a medicamentos tienen un coste muy elevado.Una buena parte de los ingresos hospitalarios están asociados a la utilización de medicamentos. La correcta utilización de los fármacos supone tanto un ahorro directo como indirecto, por los ingresos y tratamientos asociados a los efectos adversos de los fármacos.

P. ¿Requiere una inversión alta?

R. No requiere una elevada inversión. Es gratuito para los hospitales que lo emplean. Es muy simple de utilizar, solo requiere unos listados con los tratamientos, la información es anonimizada para salvaguardar la confidencialidad.

P. ¿Existen otros dispositivos en esta línea? ¿Qué ventajas aporta el suyo?

R. Hay muy pocos sistemas que analicen los tratamientos farmacológicos, pero, sobre todo, los sistemas inteligentes que analizan la relevancia clínica de los errores detectados son prácticamente inexistentes en Europa. Por eso estamos intentando llegar a analizar pacientes de otros estados de la Unión con sociedades europeas. La ventaja que aporta es que los hospitales participan en el desarrollo de los algoritmos de decisión con su experiencia, consiguiendo que el control realizado sea en grupo, al trabajar en red. Las ideas de un pequeño hospital asturiano impactan sobre pacientes de un gran hospital madrileño, o a la inversa, todos ganamos cuando compartimos nuestro conocimiento. El sistema contiene más de un millón de datos clínicos que el cerebro humano no puede retener, lo que sí podemos usar es nuestro cerebro y especialmente nuestro sentido común para discernir lo que las máquinas no son capaces de comprender.

P. ¿En qué puede mejorar?

R. La inteligencia de las máquinas está comenzando, por lo que es un mundo por descubrir. Cada año vamos avanzando con nuevos controles y algoritmos de decisión más avanzados. El próximo mes esperamos incorporar los controles de sodio, potasio, y hemoglobina; posteriormente iremos incorporando nuevos controles autónomos inteligentes.

P. ¿Qué planes de futuro tienen?

R. En el último año y medio hemos recibido seis premios nacionales por nuestros sistemas que intentan avanzar en nuevas formas de trabajo para mejorar la seguridad de la utilización de los medicamentos. El hombre intenta solucionar todos sus problemas con fármacos, pero presentan efectos adversos, y no siempre son la solución a nuestros males. Es necesario controlar adecuadamente su uso, especialmente en España. Este sistema duplica la detección de errores, sobre todo de los más graves. En un futuro nos gustaría realizar un big data con los cientos de miles de errores detectados y realizar campañas para erradicar los más habituales.

EL DATO

Este programa es un proyecto virtual que contiene una base de datos con información relevante sobre los medicamentos. Su objetivo es ayudar en la detección de errores y mejorar los tratamientos farmacológicos. A través del mismo se realiza un control de variables como dosis, tanto por medicamento como por principio activo, vía de administración y edad. También se revisa la duración del tratamiento, las vías de administración, interacciones, etc. En la versión de 2016 el programa recoge información de más de 32.000 fármacos. Uno de los aspectos más novedosos, según destacan sus promotores, es que consigue clasificar la importancia clínica de las acciones que se han de realizar, que se divide en tres categorías: alerta, revisar e informativa. El programa tarda un tiempo medio de cinco minutos en analizar 300 pacientes y 3.000 tratamientos.