Redactora Jefe de GM | viernes, 13 de septiembre de 2019 h |

Haciendo frente al estigma que pesa sobre la salud mental, en la última década se han puesto sobre la mesa numerosos datos que cuantifican el impacto de la depresión y aportan visibilidad.

Un artículo publicado en la revista EDS analiza de forma integral el coste económico de esta patología, que tiene un gran impacto en la vida social y laboral de los afectados. Jerónimo Saiz, presidente de la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental, explica que se trata de estimaciones. “Son datos que tienen un valor relativo, pero es así para muchos problemas de salud menta”, añade.

El especialista subraya que el coste es enorme y que, además, está creciendo. Solo en España, destaca, el coste de la depresión ronda el uno por ciento del Producto Interior Bruto.

Un trabajo publicado en 2006, que revisa el coste de la depresión en Europa, detalla la distribución de estos costes. Según su análisis, las morbilidades representan el 67 por ciento de este coste, seguido de la atención médica, que origina el 20 por ciento del mismo. Los tratamientos farmacológicos, con un nueve por ciento del gasto ocasionado por la depresión, y la mortalidad, cuyo impacto económico se cifra en un cuatro por ciento, completan el esquema.

La carga de la depresión es alta y se ha hecho más evidente en las últimas décadas. Los expertos aluden a un estudio realizado en 28 países europeos con datos de 2004 que sitúan el coste generado por esta patología en 118.000 millones de euros, lo que supone 253 euros por habitante y representa el uno por ciento del PIB.

Según estas cifras, el 36 por ciento en nuestro país y un 30 por ciento en Europa de este coste se atribuyen a costes directos. Los trastornos del ánimo consumieron recursos por valor de 10.763 millones de euros.


La publicación de datos sobre esta enfermedad permite dar visibilidad y buscar nuevas alternativas de abordaje en el sistema sanitario


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