A pesar de ser el segundo año que el Servicio de Neurología del Complejo Universitario de Santiago de Compostela (CHUS) gana un Premio Best in Class, para José María Prieto, jefe de servicio, es una “sorpresa”. “Nos dan el premio por lo que hemos trabajado; no hemos trabajado para que nos lo den”, apunta. Además, cabe destacar que ha obtenido la distinción de cinco estrellas.
Julio García Comesaña, consejero de sanidad gallego y Santiago de Quiroga fueron los encargados de entregar el premio a José María Prieto y la gerente del CHUS, Eloína Núñez.
En el último año, Prieto afirma que han podido trabajar mejor por la “menor incidencia de COVID-19”. Además, Galicia ha sido una de las comunidades a las que el virus “le ha tratado mejor”.
Han logrado mantener su nivel de calidad en la atención al paciente realizando consultas “más personalizadas”. “Hemos hecho consultas de mañana y tarde, algo que hicimos ya en la primera ola de la pandemia; también hemos podido tener citas telemáticas, que se podrán explotar en el futuro para casos muy concretos”, explica Prieto, quien aclara que estas consultas a distancia no son un sustituto, sino un complemento.
Docencia e investigación
Este Servicio de 46 años “siempre ha tenido vertiente docente y de investigación”, señala el neurólogo. Tienen tres CSUR, tres centros de referencia de esclerosis múltiple, de párkinson y de epilepsia. “Esto quiere decir que las personas que trabajan ahí son de referencia nacional e internacional”, aclara Prieto. En este sentido, destaca la profesionalidad de su equipo: “Este es el premio a una trayectoria de personas que han formado parte del servicio y han trabajado mucho por la neurología”.
Asimismo, recalca la colaboración con las asociaciones de pacientes, “algo que se tiene que fomentar”, y que les permite dar docencia: “El hospital está hecho para los pacientes, no para el lucimiento personal de nadie”, señala.
El futuro que le depara ahora a la neurología es “mejorar”. “Todo es mejorable siempre. La neurología debe tener una autonomía en cuanto a la organización de las pruebas complementarias. Es un reto que tiene toda la neurología en general y en España particularmente”, explica Prieto. “Son técnicas que se van a imponer, lo queramos o no; el reto es adelantarnos”.