J.P.R. Madrid | viernes, 11 de noviembre de 2016 h |

El Hospital Universitario Rey Juan Carlos, en Móstoles (Madrid) se ha impuesto en la categoría de Mejor Hospital en la Atención al Paciente de los Premios Best in Class (BiC). Su director gerente, Ricardo Trujillo, identifica una serie de medidas que han permitido que este centro con solo cinco años de actividad haya podido hacerse con este galardón. “El paciente es el eje de todo lo que hacemos, garantizando su accesibilidad y sin demoras”, destaca.

A esta iniciativa se suman “una apuesta por tecnologías de última generación que vienen a dar soporte a un cuadro médico muy participativo en las decisiones, la búsqueda de una mejora continua de la calidad asistencial y tres aspectos vitales, la investigación, la formación y la utilización de tecnologías de la información y la comunicación, para la mejora de la atención y de la seguridad en el proceso asistencial”, subraya.

Este premio tiene un significado especial para Trujillo que lo entiende no sólo como un reconocimiento, sino también como un estímulo “para continuar mejorando en los procesos asistenciales”, afirma.

Desde su nacimiento en 2012, el hospital viene formando médicos de manera anual y trabaja para incrementar sus capacidades docentes. En la actualidad se encuentra en proceso “para acreditar cada una de las unidades”, explica el director gerente del hospital.

Por otra parte, la investigación ha sido otro de los focos de su actividad. Se encuentra integrado en el Instituto de Investigación Sanitaria de la Fundación Jiménez Díaz y cuenta con un equipo de 57 médicos que trabajan en áreas de I+D como oncología, enfermedades infecciosas o neurología.

Al igual que el resto de hospitales del Sistema Nacional de Salud, se encuentra inmerso en el abordarje de la sostenibilidad. “Debemos afrontarlo con soluciones prácticas y eficientes, pero creo que lo más importante es plantear un cambio que garantice”, relata Trujillo. Existen una serie de campos de actuación. El director gerente apunta en primer lugar a la necesidad de alcanzar acuerdos con “todos los agentes que puedan aportar salud a la población, como las residencias, los ayuntamientos, las farmacias…”. En segundo lugar, insiste en la necesidad de corresponsabilizar al paciente en las decisiones sanitarias y, por último, favorecer la implicación de los profesionales sanitarios con una mayor comunicación entre niveles asistenciales, dando peso a las TIC.