El Premio BiC 2022 a Mejor Servicio de Neumología ha vuelto a recaer en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, que revalida la primera posición conseguida el pasado curso tras varios años entre los finalistas. José Manuel Cifrián, jefe del servicio, apunta que la concesión de este galardón “tan solo pone de manifiesto la presencia de un gran equipo humano que pone a los pacientes en el centro de su trabajo y quiere para ellos lo mejor”.
“Nunca más claramente que en este año en que perdimos a dos compañeras enfermeras la dimensión humana del equipo fue tan enorme”, dimensiona su responsable, que también ha señalado subespecialización en diferentes secciones como seña del trabajo que desempeñan.
De cara al futuro, el servicio se marca como un desafío “incorporar la UCRI a la actividad laboral habitual, el desarrollo de las técnicas endoscópicas respiratorias en unas nuevas instalaciones, la creación de una consulta de patología laboral y medioambiental y la incorporación del programa de hipertensión pulmonar como CSUR de la zona norte”.
Entre sus grandes avances, Cifrián resalta la inclusión del servicio dentro de la red europea de enfermedades raras ERN-Lung, que “permite interactuar con pacientes y proyectos europeos”. Al mismo tiempo, ha destacado la acreditación por parte de Separ de la Unidad de Asma Grave o la inclusión de todos los pacientes del programa del trasplante en el registro de la ONT, entre otros hitos.
Recuperando el paso en crónicos
Si bien el jefe de servicio de neumología de Valdecilla reconoce que la lucha frente a la COVID-19 no ha acabado, pone en valor la recuperación de la normalidad asistencial en los pacientes crónicos más graves, EPOC, fibrosis e hipertensión pulmonar. “Hemos avanzado en temas de ventilación no invasiva que dan mayor soporte a pacientes respiratorios graves”, añade.
Del mismo modo, atienden pacientes trasplantados pulmonares e inmunosuprimidos para los que la variante Ómicron “ha supuesto un duro golpe en su evolución y sus expectativas, cuando para el resto de la población la afectación era más leve”. “Es un auténtico desafío abordar los cambios en la organización que nos deja esta pandemia al mismo tiempo que revalidamos nuestra calidad como CSUR”, subraya Cifrián.
