El Hospital Universitari i Politècnic La Fe es sinónimo de excelencia en el servicio para los pacientes. Así lo atestiguan los numerosos premios BiC que han cosechado en los últimos años. Mejor hospital de complejidad alta, mejor atención al paciente en el servicio de anestesia y reanimación, mejor unidad en dolor, mejor servicio de psiquiatría, traumatología o urología, entre otros. El año pasado consiguieron el galardón al mejor servicio de Farmacia Hospitalaria, categoría en la que repiten en esta edición. Por ello, ha obtenido la distinción cinco estrellas.

El principio básico para José Luis Poveda, máximo responsable de la unidad, es garantizar “la calidad de los procesos asistenciales para que los pacientes puedan tener los máximos beneficios”. Algo a lo que no han querido renunciar a pesar de la presión asistencial y incertidumbre de la pandemia. Y para ello han incorporado la transformación digital y la inteligencia artificial para dar a los pacientes una asistencia cada vez más personalizada e individualizada. Por ejemplo, se ha impulsado de forma notable la atención farmacéutica a través de teleasistencia o una dispensación a domicilio que han reafirmado a lo largo del tiempo.

Equipo del Servicio de Farmacia Hospitalaria del Hospital Universitari i Politècnic La Fe

Además del factor tecnológico, también han desarrollado “aspectos de humanización que permitan cubrir las necesidades de los pacientes más allá del área terapéutica”. Una transformación del proceso de actuación profesional donde siguen al paciente a lo largo de todas sus necesidades, con independencia de que esté hospitalizado o en pacientes externos. “La idea es que el paciente conozca a su farmacéutico y este pueda acompañarle en su proceso terapéutico durante sus diferentes etapas y tratamientos”.

Otro rasgo fundamental del servicio es la colaboración interprofesional entre equipos dentro del hospital que ha cimentado una cultura de intercambio y cooperación. Ese ha sido un aspecto que se ha interiorizado en el servicio de farmacia: la participación multidisciplinar con perfiles de farmacéuticos especialistas, personal enfermería, auxiliares en farmacia, médicos, técnicos de laboratorio o biólogos. “Para nosotros ha sido reafirmar el papel tan vertebrador que genera el propio servicio de farmacia dentro del área terapéutica”.

El reconocimiento BiC ratifica la línea de actuación del servicio a lo largo de los años, siempre con la mirada puesta en el futuro. “Sentar las bases de lo que será el servicio de farmacia el próximo año es el incentivo más importante para mejorar”, sentencia José Luis Poveda. 


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