Innovación sostenible. Esta es una de las apuestas de la Comunidad de Madrid. Así lo avalaron los Best in Class durante el 2020 con el Premio al Mejor Proyecto de Innovación y Biosimilares. Hace unos días tuvo lugar la entrega virtual de la Placa BiC, que contó con la participación de la subdirectora general de Farmacia de la Comunidad de Madrid, María José Calvo, junto a Ana del Prado, responsable regional de Market Access de Novartis; y Jesús Vidart, director de Acceso al Mercado y Licitaciones Públicas de Sandoz España.

Durante este encuentro, Calvo analizó las claves de la estrategia llevada a cabo por la Comunidad de Madrid en materia de biosimilares. En este sentido, recordó que la larga trayectoria de comunidad, convirtiéndose en una pionera en este terreno.

El Plan de Farmacia

La subdirectora general de Farmacia, María José Calvo, junto a Ana del Prado y Jesús Vidart durante el encuentro virtual.

Unos meses antes de la pandemia, la Comunidad de Madrid puso en marcha el Plan Estratégico de Farmacia 2024, “en el que uno de los ejes fundamentales es el abordaje de los bioimilares”. Un plan que, dice, está centrado en asuntos concretos: eficiencia, seguridad y efectividad. “El objetivo es que sean los propios profesionales los que trasladen al resto de los compañeros que estos medicamentos los pueden utilizar con todas las garantías y, además, mostrar qué posibilidad de ahorro tenemos. Claramente son una alternativa de eficiencia segura”, incide Calvo.

Este plan está dirigido a atención primaria, hospitales y residencias. Una de las cuestiones principales son la compra centralizada de estas terapias. “Lo importante es que cuando sale un biosimilar podamos preparar lo más rápido posible un acuerdo marco para que todas las compañías que tienen biosimilares y original entren a formar parte del catálogo de productos que están disponibles para que los hospitales puedan incorporarlos cuanto antes en su práctica clínica”, precisa.

El impacto en el SNS

Aunque es una realidad que los biosimilares están presentes desde hace varios años, ahora es cuando más se ha empezado hablar de estas moléculas de alto impacto. “Han propiciado grandes ahorros al sistema”, remarca.

Con respecto a los pacientes, la subdirectora recuerda que el Observatorio de Resultados que puso en marcha la Comunidad de Madrid, que ofrece información de utilidad a los ciudadanos sobre la utilización de estas terapias en cada hospital. El objetivo es fomentar su utilización en el Servicio Madrileño de Salud, para mejorar la sostenibilidad del sistema y facilitar el acceso de los tratamientos a los pacientes. “En definitiva, recomendamos, formamos y aconsejamos. En este camino vamos de la mano de los profesionales, ayudándoles desde la parte de la formación y gestión y ellos desde el convencimiento dentro de los hospitales”, acota la subdirectora de Farmacia de la Comunidad de Madrid. 

El balance que hace la responsable madrileña de la trayectoria es bueno. “Tenemos todavía marco de mejora pero no es importante ser el primero sino construir despacio para llegar. Además, es importante que lo que vayamos haciendo se consolide”.

Asegurar la equidad es clave para esta consejería. Para ello, Calvo argumenta que trabajan con los profesionales sanitarios a través de los grupos de trabajo en documentos de recomendaciones para todos los hospitales. En la Comunidad de Madrid existe un comité director de farmacoterapia que se formó hace años. “En este comité se aprueban todos los documentos. Al hacerlo al máximo nivel se puede trasladar las líneas de tratamientos a los centros de manera homogénea”.

Con todo, para la subdirectora general de Farmacia es fundamental la innovación en biosimilares. “Tenemos ya experiencias de terapias que son más innovadoras que las moléculas originales”. Apostar por tanto por ellos es una necesidad. “Para la Administración es una responsabilidad potenciar esto”, acota Calvo.