Afirmar que el acceso justo a la atención sanitaria debe ser un objetivo político fundamental es algo en lo que estoy segura que todos estaremos de acuerdo. Y la idea de que, para alcanzar este objetivo, debemos empezar por contar con un número adecuado de profesionales sanitarios que, situados en los lugares idóneos, puedan responder de forma adecuada a las necesidades de la población, es la segunda reflexión que hago, y que creo que también nos coloca a todos en el mismo punto de partida.
A partir de aquí, nos encontramos con los primeros obstáculos. El principal, lograr una distribución eficaz del personal sanitario. Porque la formulación de políticas y estrategias nacionales de recursos humanos para la salud requiere una planificación con toma de decisiones basada en la evidencia.
Y no solo eso, además, en las últimas décadas han surgido nuevos y diferentes escenarios a los que atender. Escenarios que son consecuencia del envejecimiento de la población, el aumento de enfermedades crónicas, la irrupción de nuevas tecnologías, los continuos avances científicos… Y también, los cambios en las demandas sociales, en los modelos de organización sanitaria… todo ello, unido a un aumento creciente de la inversión en salud.
Por esto, cada vez de forma más urgente, se hace imprescindible un Pacto Político y Social por la Salud. Porque las medidas pasan por fomentar la innovación, el reclutamiento, la retención…en definitiva, medidas de gestión sanitaria que puedan permanecer en la agenda política a largo plazo.
Son factores clave a tener en cuenta los económicos, los políticos, los legales, los culturales; factores que sean aplicables al contexto local donde han de desarrollarse, ya que el hecho de no tener en cuenta los aspectos locales pone en peligro el éxito de las intervenciones. Como decía Peter Drucker “la cultura se come a la estrategia en el desayuno”
“Nuestro compromiso y esfuerzo van dirigidos a conseguir un sistema sanitario universal, de calidad, con el usuario como elemento central y los profesionales como valor fundamental”
En estas Estrategias deben estar presentes todos los actores políticos (Ministerio de Sanidad, Ministerio de Educación y Ministerio de Hacienda) y es imprescindible permitir la participación de todas las partes interesadas para maximizar su impacto.
En Baleares, hemos empezado a trabajar en ello. Nuestro compromiso y nuestro esfuerzo van dirigidos a conseguir un sistema sanitario universal, de calidad, con el usuario como elemento central y los profesionales como valor fundamental de la organización.
Del mismo modo, hemos identificado una serie de retos a los que dar respuesta para conseguir este objetivo:
1. Déficit de profesionales con áreas de difícil y muy difícil cobertura que necesitan medidas para atraer y fidelizar profesionales.
2. La modernización y el fortalecimiento de la atención primaria que pasa por fidelizar a los residentes, ofreciendo condiciones dignas y seguras, redimensionar los cupos en función de la carga de enfermedad, condiciones de vida y desigualdades en salud, mejorar la accesibilidad de los usuarios, reduciendo los tiempos de demora y adecuar las infraestructuras sanitarias para adaptarlos a las necesidades actuales, en Baleares contemplamos con un plan de infraestructuras muy ambicioso, desburocratizar la atención primaria avanzando en el desarrollo efectivo de las competencias de cada profesional. Para conseguir estos objetivos en Baleares destinamos para atención primaria el 27 por ciento del presupuesto por encima del aconsejado por las sociedades científicas.
3. Abordar la cronicidad mediante la atención centrada en la persona y atención social y sanitaria integrada, para definir un adecuado ajuste entre sus necesidades y la atención que reciben, fomentando el trabajo en equipos interdisciplinares, que garanticen la continuidad en los cuidados con la máxima participación del paciente y de su entorno. Se hace indispensable la planificación y construcción de los recursos de atención intermedia que en nuestra comunidad ha conducido a la construcción de diferentes hospitales de atención intermedia: Nuevo Son Dureta en Mallorca, Verge del Toro en Menorca, así como el Hospital de Felanitx.
4. Trabajar en salud potenciando la promoción de la salud, la prevención de la enfermedad y el fomento de hábitos de vida saludables, es la base para un envejecimiento activo y para obtener una salud global.
5. La atención a la salud mental, potenciando el bienestar emocional, la prevención y la atención comunitaria a la enfermedad mental grave, luchando contra el estigma y en coordinación estrecha con las Consejerías de educación y asuntos sociales.
6. Atender a la reducción de los tiempos de espera para las consultas con el especialista y para las intervenciones quirúrgicas.
Para definir, las principales líneas estratégicas, hemos apostado por ofrecer un Pacto Social y Político por la Salud, un Pacto aglutinador y abierto, que busca un amplio consenso entre formaciones políticas, colegios profesionales, sindicatos, sociedades científicas y tercer sector, para trabajar en el diagnóstico de los retos identificados, marcar los objetivos a alcanzar y definir las principales líneas estratégicas de la política sanitaria en Baleares y que perdure más allá de los cambios políticos.
Estamos convencidos de que el Pacto, que ya ha comenzado su andadura con la conformación de los grupos de trabajo que tocarán todas las áreas, servirá, para que las políticas sanitarias que hemos iniciado crezcan, mejoren y se amplíen. Así se definirán las estrategias que sienten los cimientos del futuro sistema sanitario balear y que crezca y evolucione al mismo tiempo que una sociedad que cambia, envejece y se cronifica.