Mirando hacia adelante

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Por Pilar Garrido, Presidente de la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (FACME)

…Y escuchando a los expertos. No se me ocurre mejor recomendación para afrontar todo lo que tenemos por delante. La pandemia ha arrasado con planes, previsiones, proyectos en marcha… y aún no hemos terminado de ver las consecuencias. Más allá del impacto generado por la propia infección, a los clínicos nos preocupa sobremanera el que puede producir en los pacientes de patología no-COVID. Y este es un punto que debemos considerar ya como prioritario para que sea abordado sin demora. Es además uno de los aspectos en los que las sociedades científicas están trabajando, creando un grupo de trabajo ad hoc dentro del Consejo Asesor que FACME puso en marcha con sus sociedades miembro hace unos meses, un proyecto del que nos sentimos especialmente orgullosos, por lo que implica. Y es que, con 11 grupos de trabajo, tiene como objetivo dar respuesta a las posibles dudas que tengan las administraciones y elaborar documentos que sean referencia, tanto en aspectos relacionados con la pandemia como en otros.

Aunque no se puede hablar de aspectos positivos en una pandemia como esta, sí que podemos decir que nos ha enseñado algunas cosas, tanto en el ámbito clínico, como de forma global. En la clínica hemos aprendido a hacer algunas cosas de otra forma y, sin duda, la improvisación que en algunos momentos tuvo que aplicarse nos ha ayudado a poder hacer previsiones ahora con más facilidad. Y, globalmente, nos ha hecho una llamada de atención para reconocer el papel de los profesionales sanitarios de forma general -hay problemas de fondo, como el de los recursos humanos que requieren una reflexión- y la participación activa en la toma de decisiones a través de sus sociedades representativas.

Hemos visto también la importancia de que en adelante las decisiones y medidas que se tomen sean homogéneas, coordinadas y de la mano de comités públicos y transparentes porque, de lo contrario, la confusión que se genera en la población crea cierta desafección y conduce a comportamientos poco favorables. Y, por supuesto, hemos observado las necesidades de reforzamiento en algunas áreas, como en Salud Pública y Atención Primaria.

Mención aparte merece la estrategia de vacunación, en cuyo diseño FACME ha colaborado a través del grupo creado dentro del citado comité asesor. Si hoy por hoy la vacuna constituye la principal esperanza para poner fin a la pandemia, es preciso generar en los profesionales y en la población confianza. Y es responsabilidad de las administraciones que se aseguren los recursos humanos y económicos para que la vacunación de toda la población se realice de la forma más rápida posible, y la homogeneidad en la aplicación de los criterios de priorización en todas las comunidades autónomas. Pero, además, y aquí volvemos a detectar las carencias en Atención Primaria, es importante que no se retiren recursos en esta área que entorpezcan la atención habitual y los programas de prevención, sino que se haga un reforzamiento de estructuras y de personal. Por supuesto, como FACME ya ha hecho público recientemente, es clave asegurar la provisión de las vacunas ya aprobadas evitando la rotura de existencias y garantizando los plazos de inoculación de las segundas dosis y que se revisen los protocolos de actuación nacionales y autonómicos, contando con el conocimiento aportado por las sociedades científicas, para diseñar y aplicar criterios homogéneos en las medidas de diagnóstico, tratamiento y contención de la pandemia.

El reto que supone para profesionales, sociedades científicas y, en general, para todo el sector sanitario, afrontar esta pandemia no nos puede hacer olvidar, sin embargo, aspectos de base que sustentan los pilares de la calidad asistencial; áreas en las que nuestra Federación seguimos trabajando, como es la formación sanitaria, tanto la especialización como la formación continuada, en la que tenemos varias líneas de actuación. En el caso concreto de la formación especializada, que es clave, sería deseable trabajar en conjunto con las comisiones nacionales. Seguimos apostando así por la actualización de los programas formativos de muchas especialidades, incluyendo el aumento de tiempo de formación en algunos casos, la implementación de modelos de gestión diferentes en la evaluación de resultados, transparente y vinculada a toma de decisiones y la representación institucional de las sociedades científicas, entre otros.

Confiamos en poder poner en marcha en este año algunas iniciativas que con la COVID-19 nos ha visto obligados a retrasar, en el firme convencimiento de que nuestro papel en estos últimos meses era determinante en la pandemia. En FACME seguimos creyendo en la oportunidad que supone poder contar con el conocimiento de las sociedades científicas y por ello seguiremos ofreciendo nuestra ayuda y recordando a las administraciones que pueden contar con nosotros.