La sanidad vasca sigue avanzando en 2019 (Nekane Murga)

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Por Nekane Murga, consejera de Salud de Euskadi.

Euskadi afronta este año 2020 el último tramo de su undécima legislatura. Los presupuestos del Departamento de Salud para 2020 suponen, un año más, prácticamente un tercio del total del presupuesto del Gobierno de Iñigo Urkullu, lo que eleva a 1.801 euros por persona la inversión en salud en Euskadi. Ello nos va a permitir dar continuidad a la labor desarrollada en los últimos años en 2019 que ha posibilitado seguir avanzando fundamentalmente en cuatro ámbitos prioritarios: la prevención y promoción de la salud, la atención primaria, la inversión en modernización y la estrategia de investigación e innovación.

Durante el pasado año, y para frenar lo que la OMS califica como de epidemia de obesidad infantil, Euskadi ha puesto en marcha la estrategia SANO.

La supervivencia del cáncer está aumentando en Euskadi y es un reto seguir mejorando estos resultados. La prevención y la mejora de la calidad de la atención a los pacientes afectados por esta enfermedad, sigue siendo una de nuestras principales prioridades, en el marco del Plan Oncológico de Euskadi.

En relación con la prevención, destacaría nuestro compromiso con los programas que apoyan la reducción del consumo de tabaco, principal causante de cáncer, responsable de casi tres de cada 10 fallecimientos por esta causa.

Cribado de cáncer

Gracias a los programas de cribado de cáncer que se realizan en Euskadi se logra la detección precoz del cáncer de mama y de colón. En cuanto al cáncer de cérvix uterino podemos decir que, la vacunación de nuestras jóvenes y junto a la transformación del cribado de oportunista a poblacional, reducirá su incidencia y logrará una detección en etapas más tempranas. Este nuevo programa de cribado ya se ha desplegado a toda Euskadi.

Probablemente, las futuras reducciones de la mortalidad van a estar relacionadas con el mejor conocimiento molecular del cáncer y en las nuevas terapias, si logramos trasladar los avances de la investigación a la práctica clínica.

Como problema de salud pública de primer orden, en el 2019 hemos puesto en marcha una estrategia integral, multidisciplinar e interinstitucional para la prevención del suicidio en Euskadi.

“Nuestro primer reto va a ser seguir consolidando empleo de calidad y organizando nuevas ofertas públicas de empleo que nos permitan dar estabilidad a la plantilla”

Otro de nuestros ámbitos principales de actuación es la Atención Primaria. Con el mayor número de residentes tratamos de dar respuesta al relevo generacional y a las diferentes necesidades sanitarias justificadas por los cambios demográficos y sociales. En el 2019 aprobamos la Estrategia para reforzar este nivel asistencial con 35 medidas concretas, que van desde la incorporación de nuevos profesionales para reforzar aquellos cupos con pacientes de mayor edad, hasta la revisión de aspectos organizativos, trabajando en mejorar la gestión de agendas y reducir actividades de perfil administrativo. Para el 2020 el 30 por ciento de las inversiones presupuestadas se dirigirán a este nivel asistencial.

Tres retos fundamentales

Hasta ahí, un breve repaso de los avances experimentados a lo largo del pasado año en materia de salud en Euskadi. Como Consejera vasca de Salud, señalaré tres de los principales retos a los que dedicaremos nuestro esfuerzo e ilusión en este año 2020 y que probablemente se extenderá a la nueva década:

El cuerpo profesional es el alma de Osakidetza, su gran fortaleza. Por eso, nuestro primer reto va a ser seguir consolidando empleo de calidad y organizando nuevas ofertas públicas de empleo que nos permitan dar estabilidad a la plantilla. Así, el Gobierno Vasco pondrá en marcha la OPE 2018-2019 que con más de 3.500 plazas elevará la plantilla estructural de Osakidetza a 27.496 profesionales.

En segundo lugar, el envejecimiento. En Euskadi, las personas mayores de 65 años constituyen el 21,1 por ciento de la población, y los mayores de 80 años el 6,9 por ciento. Euskadi es referencia europea en la promoción del envejecimiento activo y saludable, pero somos conscientes del aumento de las enfermedades crónicas o el deterioro cognitivo que conlleva. También sus implicaciones sociales, como la dependencia y la soledad. Creemos que la coordinación del sistema sanitario y el social es la clave.

El papel de pacientes y ciudadanos

Y, por último, pero no menos importante, el papel de las personas pacientes y de la ciudadanía en general. Un tercer sector con responsabilidad, que pide estar más presente en los sistemas sanitarios, al que le corresponde estar informado directamente y participar en órganos consultivos y de decisión del sistema sanitario, como los consejos asesores, o contribuyendo en la elaboración de estrategias o planes. De hecho, tenemos entre nuestros objetivos incluir los resultados en salud que impactan a al conjunto de pacientes, según su propia percepción, en la evaluación que hacemos de los procesos asistenciales, incluyendo aspectos como el efecto de los tratamientos en la calidad de vida de nuestros pacientes.

En definitiva, tratamos de consolidar lo alcanzado poniendo en valor la calidad y el reconocimiento, identificando nuevos retos, planificando nuevas mejoras del sistema, y preparándonos frente a las incertidumbres y amenazas que puedan ser previstas. Sin perder de vista la sostenibilidad para salvaguardar el ADN de nuestro sistema público, universal y de calidad para las generaciones del mañana.