Que las médicas y los médicos puedan acceder de forma rápida, ágil y económica a la formación médica continuada y su acreditación, libre de conflicto de intereses y en un contexto europeo e internacional, es el centro sobre el que pivota el proyecto formativo de la Organización Médica Colegial.
Los médicos tenemos el deber y el derecho de conocer los avances relacionados en el ámbito de nuestra actividad profesional, actualizar nuestros conocimientos y habilidades y participar con frecuencia en acciones de formación que contribuyan a mantener y desarrollar nuestras actitudes y rendimiento en beneficio de nuestros pacientes. Las organizaciones profesionales, por su parte, tienen tanto la responsabilidad como las posibilidades de facilitar el máximo número de herramientas para que los médicos puedan hacerlo, también en beneficio de los pacientes y acercándonos todo lo posible a las necesidades reales de la profesión.
En este sentido, los colegios de médicos tienen un papel esencial en la oferta de programas de formación a lo largo del año y también lo tenemos desde la Fundación para la Formación de la Organización Médica Colegial, impulsando, favoreciendo y coordinando todas las iniciativas que emanan de los Colegios y estableciendo sinergias y caminos comunes con otras entidades que son, también, proveedoras de formación.
En marzo del pasado año 2021, el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos de España y la Unión Europea de Médicos Especialistas firmamos un nuevo protocolo que define y reconoce una serie de actividades de Desarrollo Profesional Continuo y su acreditación europea. Es el caso de la revisión de artículos científicos y material educativo; la publicación de artículos científicos y las actividades docentes de formación médica continuada, que hasta ahora no tenían reconocido ese valor. Con este avance, hemos generado una gran oportunidad para médicos y especialistas en Ciencias de la Salud, quienes verán acreditadas esas acciones de Desarrollo Profesional Continuo en el marco europeo. Lideramos, así, la acreditación de determinadas actividades de formación que se realizan de manera habitual en entornos pequeños como centros de salud o Colegios de Médicos, con la consiguiente progresión en la carrera profesional del médico.
Para ello, contamos con la plataforma de Seaformec, que es el Consejo Profesional Médico Español de Acreditación para el Desarrollo Profesional Continuo y la Formación Médica Continuada y en el que confluyen la Organización Médica Colegial, la Federación de Asociaciones Científico Médicas de España (Facme), la Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina y el Consejo Nacional de Especialidades en Ciencias de la Salud.
Una vez más, sinergias y trabajar de la mano, también, de entidades europeas o internacionales en vías de homogeneizar la formación médica a gran escala. Con los denominados European Training Requirements, que son los requisitos formativos que debe poseer un profesional médico en cada especialidad, a través de la UEMS, se garantiza una formación médica de alta calidad que apunta a una proyección europea definitiva de la profesión y facilita la libre circulación de especialistas en Europa.
Por otra parte, que la formación sea la adecuada en determinadas competencias que no están directamente asociadas a la especialidad propia de cada médico, exige cubrir tres exigencias básicas: la primera de ellas, es documentar el lugar en el que esas competencias han sido adquiridas. La segunda condición es determinar el cómo y, en tercer y último lugar, quién o quiénes las han evaluado.
“Es imprescindible la participación de las organizaciones profesionales, al igual que lo es su implicación en la oferta de formación en competencias transversales, extendiendo la formación a un ámbito al que antes no llegábamos”
Tres respuestas que responden a la pregunta de si el médico está capacitado en materia de competencias para desarrollar un ejercicio profesional responsable y para actuar sujeto a la ética. El Código de Deontología Médica, en este sentido, recoge que un médico puede aplicar los conocimientos y la destreza que posea al nivel del uso que precise en beneficio de los pacientes.
Y, de nuevo, es imprescindible la participación de las organizaciones profesionales, al igual que lo es su implicación en la oferta de formación en competencias transversales, extendiendo la formación a un ámbito al que antes no llegábamos. Desde la Organización Médica Colegial lo hemos hecho con la puesta en marcha de la Escuela de la Profesión Médica, una herramienta que nace con el propósito de abordar los problemas que afectan a la profesión médica desde la óptica del profesionalismo y que está muy vinculada al proyecto británico que hemos importado a España: el Buen Quehacer Médico –BQM-, que a través de distintas acciones pretende aproximar la Deontología Médica de una forma sencilla a todos los profesionales.