GM Madrid | martes, 08 de enero de 2019 h |

Los pacientes con hipertensión arterial que desarrollan hiperintensidades de la materia blanca periventricular muestran signos de deterioro cognitivo a pesar de tomar medicamentos para bajar su presión arterial, según ha demostrado una investigación del Instituto de Investigación Hospital Vall d’Hebron de Barcelona.

La presión arterial alta se ha relacionado con un mayor riesgo de demencia, pero lo que no está claro es qué tipo de cambios negativos sutiles tienen lugar en el cerebro que pueden afectar la función cognitiva. Encontrar nuevas formas de detectar tipos menores de deterioro cognitivo puede ayudar a determinar quién está en riesgo de padecer demencia en etapa temprana.

En este estudio, publicado en la revista ‘Hypertension’, editada por la Sociedad Americana del Corazón, los investigadores analizaron a 345 hombres y mujeres con una mediana de edad de 65 años que tenían presión arterial alta. Se sometieron a exploraciones de imágenes cerebrales, fueron evaluados en áreas de función cognitiva, incluida la memoria y la atención, y se les siguió durante aproximadamente cuatro años.

Para entender lo que estaba sucediendo en el cerebro, los investigadores observaron la materia blanca, que conecta diferentes regiones del cerebro y sirve como un tipo de infraestructura. Específicamente, los investigadores observaron la materia blanca periventricular, ubicada en la parte central del cerebro, que actúa como un puente entre regiones distantes del cerebro y desempeña un papel importante en la función cognitiva. Las lesiones o anomalías encontradas en la sustancia blanca periventricular podrían indicar un deterioro cognitivo.

En el estudio, el nueve por ciento del grupo desarrolló un deterioro cognitivo leve que puede aumentar el riesgo de demencia. También hubo una conexión entre los cambios periventriculares de la sustancia blanca y el riesgo de deterioro cognitivo leve. Los investigadores confirmaron que los pacientes con una progresión de anomalías de la sustancia blanca periventricular mostraron un riesgo seis veces mayor de deterioro cognitivo leve.

El trabajo también observó que la progresión de las anomalías de la materia blanca periventricular se alineaban con el deterioro cognitivo en la función global y ejecutiva. Igualmente, el sangrado de pequeños vasos en el cerebro se relacionó con una disminución de la atención.

Aunque el desarrollo de lesiones cerebrales puede considerarse condiciones ‘silenciosas’ en las que los pacientes no sienten o no son conscientes de los síntomas, si no se los trata, pueden aumentar los riesgos de formas más graves de deterioro cognitivo. Los investigadores dicen que se necesitan más estudios para comprender mejor cómo los cambios en la materia blanca periventricular desencadenan el deterioro cognitivo.

“El cerebro es un órgano expuesto a un gran volumen de flujo sanguíneo y es muy vulnerable a los niveles sostenidos de presión arterial alta, y esto podría suceder en silencio o con síntomas leves, pero eso no significa que no haya consecuencias. La presión arterial alta y sus consecuencias son realmente enfermedades ‘encubiertas’ que tienden a progresar si no se manejan bien”, concluye el autor principal de la investigación, Joan Jiménez Balado.