GM | miércoles, 09 de octubre de 2019 h |

La investigación presentada en el 28° Congreso EADV en Madrid muestra, por primera vez, que la exposición a contaminantes atmosféricos comunes conocidos como partículas (PM) está relacionada con la pérdida de cabello en humanos.

La investigación se realizó exponiendo las células del cuero cabelludo humano en el base de los folículos pilosos, conocidos como células de la papila dérmica del folículo humano (HFDPC), a diversas concentraciones de polvo similar a PM10 y partículas de diesel. Después de 24 horas, los investigadores realizaron un proceso científico, conocido como Western Blot, para detectar los niveles de proteínas específicas en las células.

Los resultados mostraron que la presencia de PM10 y partículas de diesel disminuyeron los niveles de β-catenina, la proteína responsable del crecimiento del cabello y la morfogénesis. El estudio también reveló que los niveles de otras tres proteínas (ciclina D1, ciclina E y CDK2), que son responsables del crecimiento del cabello y la retención del cabello, fueron disminuidos por el polvo similar a PM10 y las partículas de diésel de una manera dependiente de la dosis, lo que significa que cuanto mayor es el nivel de contaminante, mayor es la disminución de las proteínas. Se utiliza para describir una mezcla de partículas sólidas y gotas que se encuentran en el aire. PM se divide en dos categorías; PM10 que son partículas con un diámetro de 10 micrómetros o menos y PM2.5 que tienen un diámetro de 2.5 micrómetros o menos.

Tanto PM10 como PM2.5 se consideran contaminantes importantes y están relacionados con varias afecciones de salud graves, como enfermedades cardíacas y pulmonares, cáncer y problemas respiratorios. En total, se estima que la contaminación del aire ambiente mata a 4.2 millones de personas cada año, pero los efectos sobre la piel y el cabello no se conocen bien.

as fuentes de PM incluyen la quema de combustibles fósiles, como la gasolina, el diesel y otros combustibles sólidos como el carbón, petróleo y biomasa, así como otras actividades industriales como la construcción, la minería y la fabricación de materiales de construcción como cemento, cerámica y ladrillos. El investigador principal, Hyuk ChulKwon, del Future Science Research Center en la República de Corea, explicó que si bien “el vínculo entre la contaminación del aire y las enfermedades graves como el cáncer, la EPOC y las enfermedades cardiovasculares están bien establecidas, hay poca o ninguna investigación sobre el efecto de la exposición particular a la piel y al cabello en particular. Nuestra investigación explica el modo de acción de los contaminantes del aire en las células de la papila dérmica del folículo humano, mostrando cómo los contaminantes atmosféricos más comunes conducen a la caída del cabello”.