La meningitis es una enfermedad que se caracteriza por la inflamación de las membranas (meninges) que rodean el sistema nervioso central y que representa una urgencia médica, debido a que el retraso en su diagnóstico y tratamiento puede conllevar una alta tasa de complicaciones neurológicas, discapacidad y mortalidad.

Aunque las causas que pueden provocar meningitis son variadas, casi el 90 por ciento de los casos de meningitis que se producen en España son debidos a infecciones causadas por agentes víricos o bacterianos.

En concreto, la enfermedad meningocócica invasiva (EMI), infección provocada por la bacteria Neisseria meningitidis, más conocida como meningococo,  presenta un índice de mortalidad del 10 por ciento y podría dejar secuelas en  el 20 por ciento de los supervivientes.

Con motivo del Día Mundial de la Meningitis, Gaceta Médica y Ser Padres, con el apoyo de GSK, ha reunido a pediatras, enfermeras pediátricas y pacientes en el III Foro Pediátrico Virtual, con el objetivo de profundizar en esta enfermedad y entender qué la provoca, cuáles son sus consecuencias y cómo podemos prevenirla.

Sintomatología: una carrera a contra reloj

Maite Gómez, enfermera de pediatría de la Gerencia de Atención Primaria de León, ha explicado que los primeros síntomas de la infección tienen una clínica inespecífica, parecida a múltiples procesos infecciosos de la infancia y adolescencia. Síntomas como fiebre, vómitos, diarreas, dolor de cabeza y malestar general “pueden pasar perfectamente desapercibidos durante las primeras horas”, ha argumentado.

En este sentido, Gómez ha destacado la importancia de que las familias estén muy bien informadas de la enfermedad desde las consultas de pediatría o enfermería. Ya que el “riesgo de poder contraer una enfermedad tan seria como la meningitis tiene unas consecuencias severas, llegando incluso a la mortalidad inminente en muy pocas horas”, ha añadido.

Por su parte, la secretaria y delegada en Andalucía Oriental y Extremadura de la Asociación Española contra la Meningitis (AEM), y superviviente de la enfermedad, Irene López, ha contado su experiencia en el diagnóstico de la enfermedad hace diez años. Según ha relatado, los síntomas comenzaron “como un proceso gripal” hasta que los mareos, la confusión mental, la rigidez en la nuca y las “temidas petequias” se asociaron a infección por meningoco.

Así, López ha explicado, cómo la enfermedad ha impactado en su calidad de vida. “Pasé de tener un día a día súper activo a presentar una lesión medular que me dejó en silla de ruedas. Estuve casi un año entre hospitales y servicios rehabilitación, a los que hoy en día sigo acudiendo para poder mejorar”, ha indicado.

III Foro Pediátrico Virtual

Prevención como base: también en el adolescente

La incidencia de la EMI disminuyó sustancialmente en la temporada 2020/2021 respecto al periodo anterior debido a las medidas COVID-19. Sin embargo, ya existe una tendencia al alza en 2022. Según han explicado los pediatras, es algo que “se temían” debido al fin del aislamiento.

Por ello, ahora han alertado de que no se puede “volver a las andadas” y se debe insistir en la vacunación como medida preventiva fundamental.

“La prevención solo tiene una palabra y es vacunación”, así ha remarcado el importante papel de las vacunas Félix Notario, presidente de la Sociedad Española de Medicina de la Adolescencia (SEMA) y responsable de la Unidad de Pediatría-Adolescencia de la Clínica HLA Nuestra Señora del Rosario.

De esta forma, ha insistido en que la prevención más eficaz pasa por la vacunación. Sin embargo, Notario ha apuntado que este proceso se complica en los adolescentes ya que “es más difícil” contactar con ellos para que acudan a las consultas. Así, aproximadamente las tasas de vacunación caen entre el 25 y 30 por ciento en la adolescencia comparado con la edad infantil.

Más datos. La mayor incidencia de la enfermedad ocurre en menores de 5 años, aunque se produce un segundo pico de la enfermedad entre adolescentes y adultos jóvenes.

“Debemos seguir trabajando en esta línea para lograr una mejor cobertura vacunal en la adolescencia ya que ha sido un largo camino hasta disponer de unas fantásticas vacunas para los distintos serotipos de meningococo. Actualmente, no hay ninguna justificación para que no seamos capaces, entre todos, de administrar estas vacunas a los niños y adolescentes”, ha defendido Notario.

Y es que según ha recordado Pepe Serrano, pediatra de atención primaria del equipo de pediatría del Garraf, Miembro de la Junta de la sociedad Catalana de Pediatría y miembro del Comité de vacunas de la Asociación Española de Pediatría (AEP), “los adolescentes, por sus especiales características, son el grupo de edad con más predisposición a ser portador del microorganismo”.

En esta misma línea, Notario, ha expuesto que uno de cada cuatro adolescentes porta la bacteria en su propia garganta (faringe o nasofaringe), pudiendo dar lugar a la EMI. Además, ha insistido en que es importante tener en cuenta el comportamiento y formas de relacionarse de un adolescente.

“Todos sabemos cómo conviven los adolescentes, cómo se relacionan y cómo es su efusividad y su intercambio de secreciones. Muchas veces esto va a favorecer el contacto con el germen y su posterior sintomatología al acabo de dos-cuatro días”, ha explicado el experto.

Con todo, Notario ha subrayado que, en la mayoría de los niños y adolescentes, la enfermedad progresará en muy pocas horas y se convertirá en “una urgencia vital”. Cerca de 1 de cada 10 pacientes fallece, incluso con una atención médica adecuada, y hasta 1 de cada 5 supervivientes sufre secuelas.

“Tenemos una vacuna que ha demostrado ser segura pero que, además, es eficaz. No tenemos más que comprobar los ejemplos de países de nuestro alrededor que la han incluido en su calendario vacunal”

Pepe Serrano, pediatra de atención primaria del equipo de pediatría del Garraf.

Vacunación de niños y adolescentes

La Asociación Española de Pediatría (AEP) recomienda vacunar a niños y adolescentes como protección individual frente al meningococo B. Sin embargo, no se incluye en el calendario ni se recomienda su administración sistemática en el caso de los adolescentes, como sí ocurre en los lactantes.  Esta vacuna está incluida en los lactantes en las comunidades de Canarias, Castilla y León y Andalucía, Cataluña y Galicia que ha anunciado recientemente su incorporación para comenzar a administrarla el 1 de noviembre. 

Asimismo, Pepe Serrano, ha dejado claro que su inclusión en el calendario serviría para frenar los casos de EMI por serogrupo B en España. “Tenemos una vacuna que ha demostrado ser segura pero que, además, es eficaz. No tenemos más que comprobar los ejemplos de países de nuestro alrededor que la han incluido en su calendario vacunal”, ha enfatizado.

En esta misma línea, la enfermera pediátrica Maite Gómez ha apuntado que se debería avanzar hacia un calendario de vacunación “único y más amplio” como en países europeos del entorno.

 Y aunque la experta ha destacado que España se encuentra “en el camino”, ha puesto de manifiesto la inequidad que existe entre las Comunidades Autónomas al tener la competencia en Sanidad transferida y, por tanto, distintos calendarios vacunales. “Confío que, en cuestión de tiempo, podamos presumir en España del calendario único que tanto anhelamos y que la AEP promulga desde siempre, un calendario de máximos y no un calendario de mínimos”, ha subrayado.

Así ha coincidido Elena Moya, vicepresidenta de la Asociación Española contra la Meningitis (AEM), quien ha insistido en que a pesar de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha establecido una hoja ruta para derrotar a la Meningitis antes de 2030, “España no está incorporando las medidas necesarias en tiempo y forma para poner fin a la meningitis bacteriana, ya que tiene un calendario desigual tanto económicamente como territorialmente”.

Las vacunas como inversión

Varios estudios sobre la carga económica de la meningitis inciden en la importancia de apostar por las vacunas como una inversión y no como un gasto sanitario. A este respecto, Félix Notario, ha señalado que todos los estudios de coste-efectividad están modificándose, ya que muchos parámetros que se analizaban “no tenían sentido” por la baja incidencia que tiene la meningitis hoy en día.

“Hemos llegado a esto abriendo un camino en el que todos hemos participado y es verdaderamente injusto que hoy en día existan estas diferencias entre las opciones de vacunación, en los distintos territorios en nuestro país”, ha concluido.

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