“La temporada de gripe se considera oficialmente iniciada tras alcanzar el umbral del 10% de positividad en las pruebas realizadas en Atención Primaria en la región”, destacan desde el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC). Según exponen, los virus de la gripe A (H1N1) pdm09, A (H3N2) y B están cocirculando, junto con el VRS, lo que complica aún más la situación epidemiológica en un contexto de transmisión continua pero moderada del SARS-CoV-2.
En general, el ECDC ha detectado un significativo aumento en los indicadores de actividad de la gripe y el virus respiratorio sincitial (VRS) en la mayoría de los países de la Unión Europea y el Espacio Económico Europeo (UE/EEE). De hecho, este incremento ya tiene un impacto visible en los servicios de atención secundaria y podría intensificarse con la llegada de las festividades navideñas.
La cocirculación de estos virus plantea un desafío significativo para los sistemas de salud, especialmente en los grupos de mayor riesgo. Las hospitalizaciones podrían aumentar en todos los grupos etarios, con un impacto particularmente grave en los niños pequeños, vulnerables al VRS, y en los adultos mayores, más susceptibles a complicaciones graves por gripe. No obstante, la gravedad de la temporada de gripe dependerá en parte de los niveles de vacunación que se alcancen en el hemisferio norte y en el desarrollo del subclado del virus A (H3N2) predominante. “Si este último no está bien cubierto por la vacuna, el impacto podría ser considerablemente peor”, indican desde el ECDC.
Recomendaciones: vacunación y vigilancia
Ante este creciente número de casos de gripe y el VSR en Europa, los Estados miembros deben estar preparados para un posible aumento de la actividad viral en las próximas semanas. En este sentido, el ECDC recomienda que las autoridades sanitarias estudien la implementación de medidas preventivas y de control de infecciones en centros de atención sanitaria, incluidos los de atención a largo plazo, para reducir la transmisión. Además, se recomienda aumentar la capacidad del sistema de Atención Primaria y secundaria para hacer frente al incremento de casos, según las necesidades y capacidades de cada región.
La inmunización sigue siendo la estrategia más efectiva para prevenir enfermedades respiratorias graves causadas por ciertos virus. “Los modelos de escenarios han demostrado que una alta tasa de aceptación de la vacuna a nivel poblacional está estrechamente vinculada con una menor carga de enfermedad“, recalcan desde el ECDC. Por ello, se insta a las personas a vacunarse contra la gripe, la COVID-19 y el VSR, especialmente aquellas en mayor riesgo de sufrir complicaciones graves.
Los modelos de escenarios han demostrado que una alta tasa de aceptación de la vacuna a nivel poblacional está estrechamente vinculada con una menor carga de enfermedad
Según exponen desde este organismo “las vacunas actualizadas contra la COVID-19, disponibles para el refuerzo de invierno 2024-2025, ofrecen una protección mejorada frente a las variantes actuales del SARS-CoV-2, en comparación con la dosis de refuerzo de otoño de 2023”. Asimismo, destacan que la inmunoprofilaxis contra el VRS, ya demostrada como segura y eficaz en lactantes, debe ser considerada conforme a las directrices nacionales.
De este modo, han recordado a los profesionales sanitarios que, cuando lo indiquen las pautas nacionales, el uso temprano de tratamientos antivirales puede evitar la progresión a formas graves de la enfermedad en grupos vulnerables. En el caso de la gripe, si prevalece un subclado de virus que no coincida bien con la vacuna, podría ser necesario utilizar antivirales en un umbral más bajo para los grupos de riesgo.
Por otro lado, la vigilancia sigue siendo indispensable para garantizar en la medida de lo posible un control de las infecciones. Aunque los anticuerpos monoclonales autorizados en la UE/EEE actualmente no son eficaces contra variantes del SARS-CoV-2 con la mutación F456L, como las presentes en los linajes XEC, KP.3 y BA.2.86, los tratamientos antivirales disponibles siguen siendo efectivos. Además, los eventos inusuales de infecciones respiratorias, como las causadas por adenovirus o Mycoplasma pneumoniae, que no se controlan mediante la vigilancia rutinaria pero que ejercen presión sobre los sistemas de salud, deben notificarse a través de la plataforma EpiPulse. Asimismo, los casos atípicos o particularmente graves de gripe, VSR y SARS-CoV-2 deben ser informados.
Tendencias epidemiológicas de infecciones respiratorias
El ECDC ha observado un aumento significativo en la circulación de los virus respiratorios, especialmente la gripe y el virus respiratorio sincitial (VRS), desde la semana 49 de 2024. La positividad en las pruebas de vigilancia ha alcanzado el umbral del 10% en atención primaria, marcando el inicio de la temporada de gripe en la UE/EEE. En este sentido, aseguran que las epidemias de gripe estacional y VRS están mostrando una tendencia a regresar a una periodicidad más regular tras la pandemia de COVID-19. “La actividad gripal sigue un patrón similar al del año pasado, mientras que la circulación del VRS ha aumentado con un retraso de aproximadamente dos semanas”, señalan desde el organismo europeo.
Las epidemias de gripe estacional y VRS están mostrando una tendencia a regresar a una periodicidad más regular tras la pandemia de COVID-19
En cuanto al SARS-CoV-2, la actividad se ha estabilizado en niveles bajos, tras una fase de alta transmisión durante el verano y el otoño. Sin embargo, la falta de un patrón estacional predecible para este virus genera incertidumbre sobre la posibilidad de una nueva ola epidémica este invierno. Según los datos de vigilancia de ERVISS, se ha observado un aumento en el número y la proporción de hospitalizaciones debido a la gripe y el VRS. Aunque la actividad del SARS-CoV-2 ha disminuido, se ha mantenido un trasfondo continuo de casos graves, con un número similar de hospitalizaciones por COVID-19 que por VRS.
Las personas mayores de 65 años siguen siendo el grupo con mayor riesgo de hospitalización y desenlaces graves por gripe, aunque la gravedad de la temporada puede variar según los subtipos virales predominantes. En cuanto al VRS, los niños menores de 5 años, especialmente los lactantes, son los más afectados, representando más del 40% de los casos de infecciones respiratorias agudas graves en este grupo etario. Los ingresos a unidades de cuidados intensivos son más frecuentes en lactantes, mientras que las muertes se concentran en personas mayores.
Por otro lado, las personas de 65 años o más también siguen siendo las más vulnerables al COVID-19 grave, representando el 84% de las hospitalizaciones por esta enfermedad entre las semanas 40 y 49 de 2024. A pesar de este aumento en hospitalizaciones, el exceso de mortalidad en la región se ha mantenido dentro de los rangos normales, según los informes de EuroMOMO.
Por último, en cuanto a la gripe aviar A(H5), el ECDC evalúa el riesgo de infección en la población general como bajo, pero lo considera de bajo a moderado para aquellos con exposición ocupacional o en contacto con animales infectados o entornos contaminados. Aunque el riesgo es bajo, se mantiene la vigilancia para detectar posibles casos de gripe zoonótica durante la temporada de gripe.