La terapia celular con células thyTreg extraídas del timo para prevenir el rechazo inmunológico y prolongar la supervivencia de un órgano trasplantado es toda una revolución. Investigadores del Hospital General Universitario Gregorio Marañón han sido pioneros en confirmar su eficacia y seguridad en pacientes pediátricos, aunque todavía se trata de resultados preliminares.
Siete bebés han sido tratados con éxito y, por el momento, se considera que una única administración de esta terapia es suficiente para prevenir el rechazo agudo y restablecer el equilibrio inmunológico. “El impacto principal de esta nueva terapia y el trasplante pediátrico es que un corazón pueda durar toda la vida”, subraya Manuela Camino, jefa de Trasplante Cardíaco Infantil del Hospital Gregorio Marañón, a Gaceta Médica.
Una de las dificultades que presenta el trasplante es la posibilidad de que se produzca un rechazo agudo del órgano. Actualmente, los inmunosupresores son indispensables para las personas que acaban de someterse a una intervención de este tipo. Sin embargo, como explica Camino, “estos medicamentos sirven para que en el momento del implante no se produzca el rechazo inmediato del órgano, pero con el paso de los años se observa cómo ese corazón no ha sido reconocido como propio por el cuerpo, lo que deriva en un deterioro progresivo de la función del órgano”.
Células thyTreg
La nueva estrategia que han desarrollado e implementado desde el Gregorio Marañón parece superar este problema de deterioro. Sin embargo, la obtención de células thyTreg siempre ha presentado dificultades para los especialistas, ya que hasta ahora estas se obtenían de la sangre, pero, en el caso de los adultos ya era de poca calidad debido a que estaban envejecidas y, en el caso de los niños, no se puede extraer la suficiente cantidad de sangre para obtenerlas.
“Lo innovador del proyecto es que, por primera vez, hemos utilizado una fuente distinta a la sangre para obtener estas células reguladoras”
Rafael Correa, director del Laboratorio de Inmuno-regulación del Instituto de Investigación Sanitaria Gregorio Marañón (IISGM) y portavoz principal del estudio
“Lo innovador del proyecto es que, por primera vez, hemos utilizado una fuente distinta a la sangre para obtener estas células reguladoras”, indica a GM Rafael Correa, director del Laboratorio de Inmuno-regulación del Instituto de Investigación Sanitaria Gregorio Marañón (IISGM) y portavoz principal del estudio. “Hemos empleado el tejido tímico, que se descarta en las cirugías cardíacas porque “estorba” para hacer la intervención y para nosotros era una muy buena oportunidad para aprovechar tejido propio de paciente”, señala.
A partir de este tejido los investigadores han podido producir una gran cantidad de células reguladoras de muy alta calidad, lo cual supone una nueva alternativa terapéutica para evitar el rechazo de órganos trasplantados. “Esto podría ser aplicable, no solo en los niños como una terapia autóloga, sino que hemos demostrado que estas células, quizá por ser tan inmaduras, se podrían utilizar en cualquier individuo sin que sean reconocidas como extrañas”, explica Correa. Asimismo, esta terapia, aunque por el momento solo se ha confirmado su eficacia en trasplantes, también podría ser útil en procesos autoinmunes que medien con un proceso inflamatorio.
El rechazo de órganos en trasplantes es un problema que las medicinas inmunosupresoras no resuelven, por tanto, esta terapia celular es una estrategia terapéutica con mucho potencial. “Conseguir una terapia celular propia que ayude a conseguir esa tolerancia es un camino que hay que seguir investigando. No hay nada mejor que las células de uno mismo como fuente de medicación adicional propia, que ayude a mantener a raya al sistema inmune para que no deteriore progresivamente un órgano que va a estar con ese niño toda la vida”, indica la cardióloga Camino.
Obtención del tejido tímico
Este trabajo muestra la eficacia del uso de células procedentes del timo, pero ¿Cómo se podría aplicar esto a otros pacientes que requieren otro tipo de trasplante?
“A nivel de investigación, hasta que demostremos que esto es eficaz, no sería ético extirparle tejido tímico a un niño que haya recibido un trasplante de riñón y que, por lo tanto, no requiera ninguna intervención quirúrgica en torno al corazón”, subraya el especialista en inmunología. “Si ya demostramos que esta terapia realmente puede evitar el rechazo y reducir el uso de inmunosupresores, quizá con una artroscopia, con una mínima incisión, se podría coger algún fragmento de timo de estos pacientes para realizar su terapia”, apunta.
Del mismo modo, otra vía que podría explorarse, según señala el experto, es la de utilizar los timos que se descartan en las diferentes cirugías cardiacas pediátricas que se realizan y aprovechar esas células inmaduras y de calidad para utilizarlas en otros pacientes. Sin embargo, “el problema es que el tejido tímico se va reduciendo con la edad y solo es funcional en los niños. A partir de la adolescencia este tejido se convierte en un tejido graso, que ya no tiene la capacidad para producir nuevas células. Por lo tanto, el contenido potencial de células reguladoras en un adulto es prácticamente descartable”, explica Correa.
Estas células pediátricas se caracterizan por ser inmunogénicas, ya que no estimulan una respuesta inmunológica si se insertan en otro individuo y es justo esa propiedad la que abre una nueva ventana de oportunidad.
Más allá de los trasplantes
El Gregorio Marañón ha iniciado un nuevo ensayo clínico pionero ligado a las células thyTreg que nada tiene que ver con los trasplantes. Se trata de un estudio en el que se va a tratar a pacientes adultos ingresados en la UCI como consecuencia de un cuadro respiratorio a causa de una infección por Covid, una pancreatitis, etc.
“En estos pacientes con problemas respiratorios la principal causa de esa complicación clínica es un proceso inflamatorio, lo que se llama una tormenta de citoquinas”, señala el director del Laboratorio de Inmuno-regulación. “Pensamos que nuestra terapia puede ser muy útil, por ello vamos a utilizar las dosis sobrantes de células thyTreg que hemos obtenido de los niños que han recibido una intervención de cirugía cardíaca y las vamos a emplear en adultos que están en la UCI para regular esa respuesta inadecuada y reducir ese proceso inflamatorio que le causa un estrés”, explica.
Si este ensayo muestra resultados positivos, se convertiría en una revolución y supondría un nuevo paradigma en los tratamientos de enfermedades autoinmunes. “Es la primera vez en el mundo que se utilizan estás células de forma completamente alogénica, es decir, sin ninguna compatibilidad y los resultados que obtengamos en este ensayo nos van a abrir la puerta para poder utilizar estas células en cualquier adulto con enfermedades que requieran un trasplante de órganos u otros procesos autoinmunes como la diabetes, artritis reumatoide, lupus, etc.”, concluye Correa.