GM Madrid | miércoles, 13 de febrero de 2019 h |

Una de cada tres mujeres desarrolla a partir de los 35 años miomas uterinos, una serie de tumoraciones benignas localizadas dentro de la pared del útero, en la parte externa o entre los músculos uterinos, según han resaltado ginecólogos durante un encuentro organizado por Gedeon Richter.

La existencia de miomas uterinos “no debe preocupar”, según estos especialistas, pero es importante hacerse revisiones periódicas para detectarlos, ver la evolución de los mismos y controlar los posibles síntomas que pueden aparecer. Estas es una patología común que con frecuencia no se diagnostica, ya que muchas consideran el dolor y sangrado como una parte normal de ser mujer y no acuden a su médico para buscar ayuda.

“A más edad, mayor posibilidad de tener miomas, también se ha visto una relación muy clara con las mujeres de raza negra y luego hay cierta genética familiar. Siempre que no haya sintomatología no es necesario tratarlos, solo cuando surgen síntomas como sangrado, dolor o problemas de fertilidad nos planteamos primero posibles tratamientos médicos. Cuanto más conservadores seamos, mejor, intentamos evitar cirugías en la medida de lo posible”, ha detallado el jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Sanitas La Zarzuela, Ignacio Cristóbal.

La edad es uno de los factores predominantes cuando se habla de miomas uterinos. Si bien en muchos casos pueden pasar perfectamente desapercibidos y no causar síntomas, en otros afectan de manera considerable la calidad de vida de las mujeres, causando sangrado abundante, dolor abdominal y problemas de fertilidad, entre otros.

Sus causas son desconocidas, aunque según estos expertos pueden relacionarse con aspectos hereditarios o con problemas hormonales. Por ende, no suelen aparecer antes de los 20 años o después de los 55 años, cuando la mujer se encuentra en período de menopausia y baja el nivel de hormonas sexuales.