Madrid | viernes, 12 de mayo de 2017 h |

El dolor agudo postoperatorio es uno de los quebraderos de cabeza del sistema sanitario ya que, como apunta el director médico de continuidad asistencial de la Fundación Jiménez Díaz, Javier Dodero, “el principal obstáculo es el tratamiento que recibe esta cuestión” (Ver GM nº 644).

Todos los profesionales coinciden en que el dolor no puede ser eliminado por completo tras una intervención y como asegura el jefe de Servicio de Anestesiología, del Hospital General Universitario de Elda (Alicante), Calixto Sánchez, “después de operar siempre hay dolor y un 40 por ciento de los pacientes experimenta un dolor muy intenso, especialmente los de cirugía torácica y de mama”.

Sánchez explica que en su unidad tratan “de compensar los mecanismos” e intentan “no dejar huella en el sistema nervioso ya que si aparece el dolor crónico, después es muy complicado tratarlo”.

Hasta ahora, el tratamiento pasa por utilizar “técnicas regionales, intravenosas y catéter”, apunta Sánchez, sin embargo, estos métodos “restringen la movilidad y la comodidad del paciente”, señala la directora médica de Grünenthal, Ana Esquivias.

Esta compañía acaba de presentar en España Zalviso, un dispositivo que administra por vía sublingual sufentanilo, un analgésico opioide más potente que la morfina y que se utilizará por primera vez en la clínica Juaneda Menorca, en las Islas Baleare.

Seguridad del paciente

Para Esquivias, el dispositivo supone “un nuevo abordaje en el dolor agudo postoperatorio” ya que el sufentanilo es “el opiode que mas rápido atraviesa la barrera hematoencefalica en el sistema nervioso central y al ser sublingual cuenta con la ventaja de que el fármaco iniciará su acción rápidamente”.

El comprimido se disuelve poco a poco y según Esquivias, “se alcanzan unos niveles muy estables en el tiempo y son muy sostenibles”, además, destaca porque “no es invasivo y tampoco supone un riesgo de infecciones, además de ser un buen sustituto para la clásica vía”.

Y ¿qué hay de la seguridad de los pacientes? Existe, tanto por la parte farmacológica como por la de dispositivo, apuntan los expertos. Esquivias detalla que tiene un “mayor índice terapéutico que otros opioides y la afectación en el oxígeno es menor comparada con otros medicamentos”.

El uso de este dispositivo está limitado a 72 horas “por bioseguridad” y los temores acerca de caer en una sobredosis, están bajo control: el sistema tiene un bloqueo de 20 minutos tras administrarse el medicamento, por tanto “el paciente nunca se va a sobredosificar”, detalla Esquivias.